Adrian Salbuchi
Desde fines de la
segunda guerra mundial, los judíos han disfrutado de creciente poder,
influencia, riqueza y bienestar en todo Occidente, especialmente en los Estados
Unidos. Dado el sufrimiento padecido por los judíos de Europa durante
aquella guerra, hoy se les trata con especial cuidado y consideración en todo
el mundo. Ello les permitió realizar su sueño de fundar un Estado soberano en
Palestina, haciendo caso omiso de la enorme injusticia impuesta a los
palestinos.
El sistemático
horroroso comportamiento israelí, sin embargo, ha puesto en peligro esta
"categoría especial" de la que viene disfrutando.
Se acercan los tiempos en los que la Diáspora judía en todo el mundo y
los israelíes tendrán que tomar una decisión: o se alinean rigurosamente detrás
de la derecha israelí– y se preparan para caer con Israel –, o se alinean con
las naciones en las que viven y continúan disfrutando del tratamiento justo que
esas naciones dispensan a su ciudadanía decente.
El grito histérico de “¡Antisemitismo!” que suelen lanzar los
multimedios de prensa globales y las entidades de choque sionistas como la ADL
–Liga Antidifamación– y AIPAC en EE.UU., o la DAIA y AMIA en la Argentina, ya
no van más.
Hoy todo el mundo mira horrorizado y con asco la manera en que los
israelíes asesinan, hieren y humillan a la población civil en Gaza; hoy, igual
que en enero 2009; igual que en el Líbano en 2006; igual que como viene
haciendo desde los años cuarenta.
Siempre protegido por EE.UU., el Reino Unido y Europa –especialmente la auto
flagelante y acomplejada Alemania– Israel, como el proverbial niño malcriado,
cree que puede hacer lo que quiere, cuando quiere, donde quiere y contra
quienes quiera. Y, si alguien se queja, al niño malcriado israelí le agarra un
ataque de rabia y grita “¡le voy a contar a mi hermano mayor!”. El Gran Hermano
USA, se entiende...
Eso es exactamente lo que hace Israel, sabiendo que una y otra vez el
Gran Hermano Homero Simpson de Washington está listo para darle una paliza a
cualquiera que se atreva a tocar a la 'pequeña Israel': sea Irak, Siria, Libia,
Afganistán, Irán...
Bueno… todo esto está por acabarse. De manera que cada ciudadano
judío decente en todos los países del mundo debiera poner las barbas en remojo:
¡aléjense todo lo que puedan de la locura que hoy afecta a Israel!
¿Ha llegado nuestra fecha de vencimiento?
Este es el título de un artículo publicado en el diario israelí Haaretz
el pasado 9 de octubre, citando palabras del ex secretario de Estado de EE.UU.,
el New York Post dijo: “Palabra
por palabra: dentro de diez años ya no habrá más Israel”.
A lo que
Haaretz agrega, “¡Qué tontería! ¿no?
Claramente Israel sobrevivirá para siempre. Primero, porque eso es lo que
dicen nuestros líderes. Segundo, porque disponemos de un gran ejército,
bombas inteligentes, una economía estable y alta tecnología. Tercero,
porque Dios está con nosotros. Estos son hechos” Hmmm….
Los primeros dos definitivamente son hechos.
El tercero, sin embargo, es sumamente debatible…
En este sentido, el pasado 28 de agosto el periódico estadounidense Foreign Policy Journal se refirió a
un análisis de 82 páginas de extensión titulado 'Preparándonos para un Medio
Oriente Pos-Israel', que fuera comisionado por las 16 agencias de inteligencia
de los Estados Unidos pertenecientes a la Armada, Ejército, Fuerza Aérea,
Cuerpo de Marina, Guardacostas, Agencia de Inteligencia para la Defensa, los
Departamentos de Energía, Seguridad Doméstica, Estado, Tesoro, la DEA, el FBI,
la NSA, las agencias Geoespacial y de Reconocimiento, y la CIA.
Algunos dudan de la autenticidad de este documento confidencial, mas sus
conclusiones según publica Foreign Policy Journal parecen muy creíbles a la luz
de informes anteriores confeccionados por académicos de alto nivel como Stephen
Walt (Universidad de Harvard), John Mearsheimer (Universidad de Chicago), el ex
presidente Jimmy Carter y su asesor de seguridad nacional Zbigniew Brzezinski.
Algunas de sus observaciones son:
“En vista de la ocupación brutal y las
políticas beligerantes que lleva adelante, Israel es hoy tan imposible de
salvar como lo fue Sudáfrica bajo el Apartheid, especialmente considerando que
aún en 1987 Israel era la única nación de “Occidente” que mantenía relaciones
diplomáticas con Sudáfrica, siendo el último país en unirse al boicot
internacional antes que ese régimen racista colapsara;
Con su creciente apoyo a los 700.000 colonos
ilegales en el margen occidental ocupado, la conducción israelí está
crecientemente fuera de contacto con la realidad política, militar y económica
de Oriente Medio;
El Gobierno pos-laborismo conformado por la
coalición del Likud se encuentra profundamente comprometido e influido por el
poder político y financiero de esos colonos, y se enfrenta a convulsiones internas
crecientemente virulentas, con las que el Gobierno estadounidense no debiera
verse asociado ni involucrado;
La burda interferencia de Israel en los
asuntos internos de los Estados Unidos a través de resonantes casos de
espionaje y transferencia ilegal de armas estadounidenses que incluye su apoyo
a 60 organizaciones de fachada y a aproximadamente 7.500 funcionarios
estadounidenses que trabajan para promover los intereses de Israel, procurando
dominar e intimidar a los medios y agencias del Gobierno de los EE.UU., lo que
resulta inaceptable;
La infraestructura de ocupación
segregacionista de Israel se ve evidenciada por la discriminación legalizada y
los sistemas de justicia crecientemente arbitrarios e inicuos, no debe seguir
siendo financiada ni directa ni indirectamente por el contribuyente
norteamericano, ni ignorado por el Gobierno de EE.UU.;
Israel ha fracasado como Estado democrático,
y la continuada cobertura financiera y política que le otorga EE.UU. no
cambiará su creciente transformación en un Estado paria internacional;
Se observa creciente racismo rampante y
violento entre los colonos judíos del margen occidental, que es tolerado por el
Gobierno israelí hasta tal grado que el mismo se ha transformado en su
protector y socio;
La creciente brecha entre judíos
norteamericanos que objetan las practicas sionistas e israelíes que incluyen el
asesinato y un trato brutal contra los palestinos bajo la ocupación israelí,
conforman burdas violaciones de leyes norteamericanas e internacionales. Ello
se transforma en un creciente debate dentro de la comunidad judía respecto de
la responsabilidad de EE.UU. de proteger a toda población civil en cualquier
país ocupado (la así llamada “Política R2P”);
La oposición internacional a este régimen de
creciente apartheid no puede ya seguir sincronizándose con los valores
humanitarios que EE.UU. declama mantener, ni con las expectativas de EE.UU. en
sus relaciones bilaterales con los 193 miembros de la Organización de Naciones
Unidas;”
Pareciera, entonces, que todas las ventanas de oportunidad se van
cerrando rápidamente para la elite de poder de ultraderecha que hoy manda en
Israel.
La sangría horrorosa que Israel ha lanzado contra Palestina bien podría
conformar la primera movida estratégica israelí en el Gran Tablero de Oriente
Medio, orientada a aumentar las convulsiones regionales que ellos esperan
arrastrarán a Estados Unidos y la OTAN a invadir Siria y, luego, preparará el
camino para el tan anhelado ataque militar unilateral contra Irán. En tal caso
la apuesta es infinitamente más alta y peligrosa pues el desenlace bien podría
ser una guerra nuclear de proporciones inimaginables.
O están con nosotros o están en contra de
nosotros…
Ese y no otro es el mensaje de Tel-Aviv a todo el mundo, y a todos los
judíos del mundo, recordando el tono pendenciero de 'Baby Bush'.
Es aquí donde yace un tema fundamental y vital para todas las
comunidades judías del mundo, incluida la numerosa comunidad judía en la
Argentina.
El mundo se va hartando crecientemente de Israel y la cobertura
mediática orwelliana absolutamente tendenciosa de los multimedios de difusión
occidentales, que incluye los multimedios argentinos, solo parecen echarle
nafta a las llamaradas de esta confusión programada.
Crecientemente, el apoyo a Israel se basa menos y menos sobre datos,
hechos y evidencias, y más y más sobre la irracionalidad y la repetición 'ad nauseam'
de los sufrimientos judíos del pasado. La “lógica” israelí, entonces, es como
sigue: dado que los judíos de Europa sufrieron a manos de europeos hace setenta
años, esto nos da hoy el derecho a asesinar y atormentar a los palestinos,
robándoles su territorio nacional.
Toda crítica a Israel es inmediatamente calificada como
“¡Antisemitismo!” y todas las matanzas genocidas perpetradas por la
ultraderecha israelí se hacen “para proteger a, y en nombre de, todos los
judíos del mundo”. Pero la verdad está saliendo a la luz del día.
Hoy disponemos de grandes canales de noticias con una visión alternativa
que nos brindan una explicación mucho más equilibrada acerca de este y otros
temas. No sorprenderá entonces que en estos días Israel lanzara dos ataques contra
los estudios en Gaza del canal iraní de noticias en inglés PressTV, hiriendo a
personal y periodistas.
Se acerca el día en el que las personas decentes en todas partes
empezarán a reaccionar contra esta locura israelí. Y, como tristemente suele
ocurrir, se corre el riesgo de que las consecuencias las terminen pagando
justos por pecadores.
En la práctica, las comunidades locales de judíos de la Diáspora están
siendo colocadas en situación de gran peligro por la actual dirigencia israelí
en conjunción con los multimedios internacionales y sus repetidores locales
como 'Clarín' y 'La Nación' en la Argentina, que promueven la desinformación y
las distorsiones en este tema tan fundamental para la paz mundial.
Un gran luchador por los derechos civiles de la población negra en
EE.UU., Malcolm X, alguna vez dijo: “Si no te mantienes alerta, los diarios
harán que termines odiando a las personas que están siendo oprimidas; y amando
a las personas que las están oprimiendo”.
De manera que cada ciudadano judío en todas partes del mundo debe asumir
una responsabilidad personal: o apoya activamente a Israel, con lo que tendrán
que soportar las consecuencias que van surgiendo de ello, o deberán rechazar
activamente esta locura de la dirigencia fundamentalista israelí y, como
ciudadanos decentes, civilizados y pacíficos de sus respectivos países, dejar
perfectamente en claro a través de sus organizaciones comunitarias - como la
DAIA y la AMIA en Argentina - que no apoyan a un Israel que
hoy administra en Gaza el mayor campo de concentración del mundo entero: un
oprobioso “Auschwitz en Oriente Medio”.
El pasado 24 de septiembre, el diario estadounidense The Washington
Post citó al presidente iraní Mahmud Ahmadineyad quien dijo que “Israel
presiona a EE.UU. con la supuesta amenaza de que Irán desarrolla un arma
nuclear, lo que conlleva la posibilidad de un ataque militar israelí contra
Irán, para así torcerle el brazo a su mucho más poderoso aliado”. Pensándolo
bien: muy probablemente Ahmadineyad no esté errado.
El tiempo se está acabando. Las máscaras están cayendo rápidamente, y
los verdaderos rostros que esconden están asomando a la luz del día. Si se ha
de evitar una nueva guerra mundial, todos los ciudadanos responsables en todo
el mundo deberán adoptar una posición clara y tajante en estos temas cruciales.
Las comunidades judías no son una excepción a ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario