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01 noviembre, 2012

La banca en el Ecuador



Mientras que en otros países los banqueros son las victimas y quienes reciben todo el dinero de los multimillonarios rescates, en el Ecuador la banca está bien supervisada, ya no pueden hacer lo que ellos quieren, tiene que cumplir con las reglas de juego. Durante el periodo del actual gobierno, la banca ecuatoriana está más saludable que nunca, el pueblo a sentido esto y los beneficiarios han sido las entidades financieras. Ellos gritan y vociferan que están siendo controlados, que el estado quiere quebrarlos, pero nadie les cree, la gente recuerda claramente el Feriado Bancario, recuerda bien quien se llevó sus depósitos y ahorros, la memoria parece fallar, pero está ahí, los banqueros un día acabaron con el Ecuador, pero ahora no pasará eso. 

Un bono de solidaridad para los pobres banqueros… 
Por: Santiago Aguilar Morán

Y llegaron a la Asamblea Nacional a quejarse, convencidos de que el gobierno tenía que escucharlos. Compungidos, rabiosos los puños apretados, los rostros arrugados  y las voces cerca del gruñido. Hablamos de los representantes de los banqueros, Joaquín Morillo y César Robalino, quienes fueron con una consigna y una exigencia: ¡que se archive el Proyecto de Ley Orgánica de Redistribución del Gasto Social!
¡Cómo no iban a llegar a exigir si han estado acostumbrados a mandar! En fin, el presidente de la comisión de Régimen Económico, Paco Velasco, se hizo esperar; los banqueros desesperaban, su aparataje de diapositivas y carpetas para cada asambleísta iba a servir para nada. Pero Velasco llegó y la sonrisa afloró en los mercaderes del dinero.  
Los argumentos esgrimidos casi convencen a más de uno. “No vamos a decir que ganamos poco, pero hay que ver todo lo que invertimos”, dijo, sin sonrojo en el rostro, Joaquín Morillo.  Paco Velasco preguntaba y repreguntaba –no ha olvidado su profesión de periodista-: ¿y cuál es la fórmula con la que pierden ustedes? Morillo intentó una respuesta pero su coequipero, César Robalino,  no podía más y furioso, rojo de ira, gritó: ¡Es que el gobierno quiere estatizar la banca!
Tras el exabrupto de su compañero, el banquero Morillo continuó con la lamentable exposición. Daba pena escucharlo: que la banca se quedará sin liquidez, que 38 sujetos pagarán 560 millones de dólares en impuestos en 2013, que esta reducción de sus utilidades es una afectación al país, que no puede ser que se financie el bono de desarrollo humano solo con las ganancias de la banca, que no, que no, que no…
Morillo miraba a los asambleístas, señalaba sus posibles pérdidas con el apuntador: que ellos sí, que dan crédito, que este año estiman pérdidas, que son el motor de la economía, que han tenido que repatriar dinero, que ganan mucho pero quieren seguir ganando y ganar más todavía, que hace un año aportaron 309 millones de dólares, que cómo puede ser posible, que pobres los banqueros, que nunca fueron salvados por el Estado, que ellos no han recibido ni un Sucre, que cuál crisis del 99…
Lástima para los banqueros que la Asamblea no es su oficina particular y que su sueldo de 70.000 dólares –pobres ellos- acá no sea un argumento a su favor; su súplica –porque ¿cómo más llamar a este vergonzoso espectáculo?- llegó a oídos  de la asambleísta de Alianza PAIS Rossana Alvarado. Ella, aunque no pertenece a esta comisión, con inteligencia respondió: “¡Pobres, tanto que se quejan, tocará crear un bono de solidaridad para banqueros!”.



 

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