PERCY
ALVARADO
De acuerdo con la revista mexicana Proceso, la CIA estaría financiando un complot contra el presidente ecuatoriano, usando dinero proveniente del narcotráfico, tal como lo ratificó el director de la revista ecuatoriana el Telégrafo, Orlando Pérez. Según estas denuncias la red de narcóticos manejada por la Agencia se extiende por varios países sudamericanos, principalmente Chile y Bolivia, aunque no debe descartarse el empleo de narcos ecuatorianos y colombianos.
Esta podría ser una de las maniobras de la CIA, pero no la única.
De cara a las venideras elecciones en Ecuador, la CIA está
empleando diversos procedimientos para escamotear la victoria a Rafael
Correa. Cerca de 87 millones de dólares se emplearán en esta dirección,
según es conocido por todos, mediante la denuncia de Craig Murray,
exembajador de Reino Unido en Uzbekistán. No se cuentan, por supuesto,
otras partidas secretas que se distrbuyen por la USAID y otras agencias
gubernamentales norteamericanas, mediante las cuentas de ayuda a las
ONGs y otros sujetos por parte de varias oficinas de la Embajada
norteamericana en ese país.
La CIA ha ocultado la ayuda a la oposición, sobre todo la
financiera, de manera enmascarada, en forma de ayudas y otros
artilugios.
Ya se encuentran siendo financiados varios partidos políticos
opositores a Correa como lo son el movimiento CREO, cuya fórmula
presidencial estará integrada por el magnate Guillermo Lasso y el líder
indígena Auki
Tutuaña como vicepresidente; el PRIAN, cuyo binomio estará integrado por Alvaro Noboa y su esposa Anabella Azin; así como, más solapadamente, la Coordinadora Plurinacional de Izquierdas, cuyo binomio estará integrado por Alberto Acosta, ex ministro de Correa, y Marcia Caicedo. También participan de estos beneficios el partido Sociedad Patriótica, con el exmandatario Lucio Gutiérrez a la cabeza; el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), dirigido por el expresidente Abdalá Bucaram; el movimiento SUMA, dirigido por Mauricio Rodas; así como el movimiento Ruptura.
Tutuaña como vicepresidente; el PRIAN, cuyo binomio estará integrado por Alvaro Noboa y su esposa Anabella Azin; así como, más solapadamente, la Coordinadora Plurinacional de Izquierdas, cuyo binomio estará integrado por Alberto Acosta, ex ministro de Correa, y Marcia Caicedo. También participan de estos beneficios el partido Sociedad Patriótica, con el exmandatario Lucio Gutiérrez a la cabeza; el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), dirigido por el expresidente Abdalá Bucaram; el movimiento SUMA, dirigido por Mauricio Rodas; así como el movimiento Ruptura.
Los encargados de establecer las estrategias para vencer en las
urnas a Alianza País son, fundamentalmente el embajador Adam E. Namm,
experto egresado con una maestría en Estrategias de Seguridad Nacional
en el War College, así como el oficial CIA, muy conocido en Cuba,
Timothy P Zúñiga-Brown, quien funge como ministro consejero de esa sede
diplomática. Ellos cuentan con un numeroso equipo de especialistas en
guerra sucia y manipulación mediática, concentrados en la Sección
Política (POL) y la Sección de Prensa y Cultura (PAS).
Se sabe que varios de estos funcionarios están dirigiendo las
fuentes de financiamiento hacia los partidos opositores, así como
fraguando posibles alianzas entre los mismos. Otras de sus misiones es
coordinar el poderoso tinglado mediático con el que cuenta la Sociedad
Interamericana de Prensa (SIP), en Ecuador, para desarrollar una campaña
de satanización y detracción contra Correa.
También cuentan con los 43 especialistas del Grupo Militar de los
Estados Unidos, asentados en esa misión diplomática y con cerca de 165
miembros de los Cuerpos de Paz diseminados en esa nación. Este personal
es complementado con especialistas del FBI, el Sevicio de Inmigración y
Aduanas (ICE) y del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Dos elementos claves en esta estrategia lo son el actual jefe de la
USAID en Ecuador, Andrew Herscowitz, y Robert Moss, presidente de los
Scouts en ese país.
La variantes tácticas deesestabilizadoras están dirigidas a crear
la ruptura del orden institucional mediante la fabricación de
situaciones de descontento social y promoción artificial de conflictos;
manipulación de hechos; búsqueda de fracturas dentro de Alianza País;
satanización de figuras políticas y siembra de dudas sobre su
integridad; montajes de supuesta corrupción y exclusión de sectores
sociales; desarrollo de campañas sobre supuesta ausencia de libertad de
expresión y de derecho; creación de conflictos callejeros y protestas en
busca de enfrentamientos con las fuerzas leales al gobierno; asaltos a
entidades gubernamentales; victimización de la derecha; promoción de
acciones violentas y otras acciones de violencia.
La CIA planea una guerra mediática en dos frentes para llevar a
cabo la manipulación ideológica y crear matrices de opinión contra
Correa y Alianza País. La tradicional, es decir, el empleo de los medios
de comunicación adscritos a la SIP y, la segunda, el uso de las redes
sociales. Mucho se presiono al CNE para que diera luz verde al empleo de
las mismas en la batalla electoral y movilizativa. La CIA conoce muy
bien, tal como lo ratifica Internet World Stats, que en Ecuador el 27 %
de la población del país, accesa a las redes sociales.
Por otra parte, un estudio denominado “Generación 2,0 2011 Hábitos y
uso de las redes sociales en España y América Latina”, auspiciado por
la Universidad Camilo José Cela, con sede en Madrid, mostró a Ecuador
como uno de los países latinoamericanos con mayor uso de la redes
sociales.
Ya existen fuertes evidencias de que la CIA está articulando la
manera de armar las tácticas derechistas de desestabilización mediante
el entrenamiento a ONGs y los aliados de los partidos opositores en el
manejo de Facebook y Twitter, como herramientas de guerra ideológica,
promoviendo en las mismas matrices de opinión antigubernamentales y
convocatorias a la ruptura del orden institucional. Por ello, la
tendencia de nuevas cuentas en las redes sociales aumenta
sospechosamente en las últimas semanas.
El empleo de las redes sociales en tiempo real para promover
inestabilidad y focos de intranquilidad ciudadana, mediante la
divulgación de mensajes provocadores y confusos, es un arma que ya tiene
articulada la CIA en Ecuador, sabiéndose que ha fortalecido centros
sofisticados de comunicación en la sede diplomática, como en la propia
vivienda del emabajador Adam E. Namm, que serán los lugares desde donde
partan las orientaciones para las fuerzas de la derecha.
Le corresponde a las fuerzas de la Revolución Ciudadana enfrentar
esta venidera batalla en las redes sociales, fortaleciendo su capacidad
de vigilancia y convocatoria en las mismas.
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