JEAN-GUY
ALLARD
Ya ni esconden su consternación: los mismos políticos que, durante
décadas, difamaron a Cuba sobre el tema “no pueden viajar”, fabricando leyes
criminales para llevar a cubanos enajenados a tirarse al mar, ahora buscan
precipitadamente como impedir la llegada a EEUU de ciudadanos de la Isla y en
el caso que logren entrar, como impedir su regreso.
Víctimas
de las trampas que elaboraron, en plena guerra fría, cuando la
Revolución cubana, criminalmente aislada por el bloqueo, se vio obligada
a protegerse por todos los medios, incluso con leyes migratorias
restrictivas, los congresistas cubanoamericanos y su clan se dieron cuenta que
el tiro les sale por la culata. La estructura política construida para servir
los planes anexionistas yanquis contra Cuba está en plena alerta y busca
solucionar lo que se anuncia como una peligrosa y inadvertida invasión de los
que pretendían defender.
“Una vez
que las nuevas leyes cubanas de inmigración entrarán en vigor, el 14 de enero,
un cubano será capaz de salir de Cuba por 2 años sin perder la residencia, y
durante ese tiempo podrá pasarse un año y un día en los EE.UU. y obtener su
residencia aquí”, explica una experta norteamericana del tema migratorio, desde
Washington.
“Así se
creará un nuevo tipo de cubano-americano, con doble residencia, haciendo que la
Ley de Ajuste Cubano (CAA, por sus siglas en inglés) se volverá totalmente
obsoleta e incluso contra-producente. Los EE.UU. se ven forzados urgentemente a
cambiar su política “cubana” con el fin de evitar que esto suceda. Y eso en
pleno debate sobre la reforma de sus leyes migratorias”.
Increíblemente,
en los últimos párrafos de la entrevista concedida a sus amigos de la prensa
“anticastrista” subsidiada, la jefa de la mafia política anti-Cubana del
Capitolio, Ileana Ros-Lehtinen acaba de pronunciarse por una revisión de esta
ley hasta ahora intocable, pieza fundamental de la parafernalia jurídica
desarrollada contra Cuba.
¿Apoyaría
un cambio para cerrar las brechas que presenta la ley respecto a personas que
dicen ser perseguidas y luego viajan con frecuencia a Cuba?, le pregunto el
reportero (conocido por su colaboración con Voice of America – Radio Martí).
Ros-Lehtinen
tuvo una respuesta tan torcida como un pretzel neoyorquino o un buñuelo
habanero.
“Sí, estoy
a favor de un cambio en la CAA para que aquellos que usan este beneficio
singular y único que es solo para nacionales cubanos, no puedan regresar de
visita a Cuba”. Y añadió un razonamiento que hubiera podido hacerse desde
tiempo: “No se puede afirmar que uno podría ser perseguido por razones
políticas en Cuba y, al mismo tiempo, regresar de visita”.
En junio,
un colega del legislador David Rivera, había ya defendido la necesidad de
reformar la CAA con medidas que anularían la residencia permanente a los
refugiados cubanos que visiten la isla durante los cinco años siguientes a su
entrada en Estados Unidos. Entretanto, las elecciones federales tuvieron el
resultado de echar al controvertido Rivera – investigado por varios cargos de
corrupción – en el gran cesto de deshechos de la historia conjuntamente con su
proyecto de ley.
La Ley de
Ajuste Cubano, aprobada en 1966, regala la residencia en EEUU a cualquier
cubano que alcanza su territorio, mientras cientos de mexicanos están
acogidos en la tierra de la libertad por los rifles de los guardafronteras y
demás pistoleros del sistema represivo nacional.
Pero lo
absurdo ya no ha sido alcanzado sobre el tema en la tierra de Groucho Marx. El
Nuevo Herald, fina flor del periodismo floridano, titula ahora sin darse cuenta
de la calidad de su disparate: “EEUU pide a cubanos no lanzarse al mar a raíz
de la reforma migratoria”
El texto se
basa sobre declaraciones de William Ostick, portavoz para el Hemisferio
Occidental del Departamento de Estado, que reconoce que las nuevas reglas
migratorias cubanas podrían ocasionar “cambios” en el flujo migratorio desde la
isla.
El articulo
precisa que “Estados Unidos mantendrá “sin cambios” sus requisitos de visas”
pero añade de manera paradójica que “los ciudadanos cubanos aún necesitarán una
visa o autorización válida para entrar en este país”.
No se habla
sin embargo del otro pánico que está afectando esta vez, a los caídes de la
corporaciones profesionales que imponen toda una serie de normas, estudios,
exámenes, para permitir el acceso a su mercado. Ya buscan como levantar los
privilegios otorgados hasta ahora, en este sector también, para provocar la
emigración de cubanos.
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