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La Universidad de Harvard expulsó entre 70 y 125 estudiantes bajo
acusaciones de fraude y falsificación de exámenes, en lo que pudiera
convertirse en el mayor escándalo pedagógico de Estados Unidos.
El famoso centro educativo ubicado en Massachusetts confirmó medidas
disciplinarias adicionales para media docena de alumnos, pero se abstuvo
de corroborar si algunos profesores están involucrados en el masivo
caso de deshonestidad.
Michael Smith, decano de la Facultad de Artes y Ciencias, explicó en un comunicado que la mayor parte del engaño fue detectado en pruebas estatales realizadas en mayo de 2012, año durante el cual casi la mitad de 279 pupilos en esta clase fueron sancionados.
La Junta Administrativa de la más publicitada universidad estadounidense explicó que la medida correctiva aplicada a los estudiantes fue retiro forzado de la institución y que los becarios afectados pueden regresar a las aulas luego de una suspensión de tres semestres.
Trascendió que cada año de Harvard son sancionados al menos 17 educandos por efectuar trampas en pruebas, incluso en programas instructivos relacionados con la preparación física.
La sede académica privada fue fundada en 1636, tiene un campus de 85 hectáreas en Cambridge y maneja un presupuesto anual de 32 mil millones de dólares, entre los tres mayores del mundo en esa esfera. El Departamento Federal de Educación (DFE) alertó en enero sobre el bajo rendimiento escolar en Estados Unidos y ejemplificó con el caso de Nueva York, donde menos de un tercio de los estudiantes de secundaria está bien preparado.
Una investigación del DFE documentada con análisis de especialistas halló que solo un 29 por ciento de los alumnos de nivel medio en el área citadina de la Gran Manzana aprobó exámenes que medían el nivel de calidad del trabajo colegial.
Tal estadística representa un muy discreto progreso en el rendimiento escolar con respecto al año 2011, cuando el mismo territorio registró un 28 por ciento positivo en este acápite.
Dicho en otras palabras, tenemos a un puñado de educandos que están bien preparados, y a decenas de miles de niños en cientos de escuelas que no lo están, comentó el exdecano de la Universidad de Nueva York John Garvey.
Por causa del bajo rendimiento educacional, el DFE colocó en la lista de posibles clausuras a dos docenas de escuelas neoyorquinas y señaló que otras 225 instituciones públicas (en un total de 500) estarán bajo supervisión especial debido al trabajo precario.
Michael Smith, decano de la Facultad de Artes y Ciencias, explicó en un comunicado que la mayor parte del engaño fue detectado en pruebas estatales realizadas en mayo de 2012, año durante el cual casi la mitad de 279 pupilos en esta clase fueron sancionados.
La Junta Administrativa de la más publicitada universidad estadounidense explicó que la medida correctiva aplicada a los estudiantes fue retiro forzado de la institución y que los becarios afectados pueden regresar a las aulas luego de una suspensión de tres semestres.
Trascendió que cada año de Harvard son sancionados al menos 17 educandos por efectuar trampas en pruebas, incluso en programas instructivos relacionados con la preparación física.
La sede académica privada fue fundada en 1636, tiene un campus de 85 hectáreas en Cambridge y maneja un presupuesto anual de 32 mil millones de dólares, entre los tres mayores del mundo en esa esfera. El Departamento Federal de Educación (DFE) alertó en enero sobre el bajo rendimiento escolar en Estados Unidos y ejemplificó con el caso de Nueva York, donde menos de un tercio de los estudiantes de secundaria está bien preparado.
Una investigación del DFE documentada con análisis de especialistas halló que solo un 29 por ciento de los alumnos de nivel medio en el área citadina de la Gran Manzana aprobó exámenes que medían el nivel de calidad del trabajo colegial.
Tal estadística representa un muy discreto progreso en el rendimiento escolar con respecto al año 2011, cuando el mismo territorio registró un 28 por ciento positivo en este acápite.
Dicho en otras palabras, tenemos a un puñado de educandos que están bien preparados, y a decenas de miles de niños en cientos de escuelas que no lo están, comentó el exdecano de la Universidad de Nueva York John Garvey.
Por causa del bajo rendimiento educacional, el DFE colocó en la lista de posibles clausuras a dos docenas de escuelas neoyorquinas y señaló que otras 225 instituciones públicas (en un total de 500) estarán bajo supervisión especial debido al trabajo precario.
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