La página web de la BBC en español, BBC Mundo,
ha publicado una nota de su corresponsal Carlos Chirinos, titulada ¿Hay
un “golpe suave” hoy en Venezuela?
(http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/03/140327_venezuela_detencion_generales_cch.shtml),
que está construida con base en tantas imprecisiones, omisiones y
tergiversaciones que debemos considerarla intencionalmente sesgada y
malintencionada, y que obliga al Ministerio del Poder Popular para la
Comunicación y la Información a descubrir sus falsedades.
1. La nota expresa: “Desde hace casi mes y medio, en muchas ciudades
de Venezuela se ven masivas movilizaciones opositoras que,
eventualmente, terminan en violentos enfrentamientos con la policía.
Mientras tanto, en los cuarteles hay “total tranquilidad”, como repite
el presidente Nicolás Maduro.
Y continúa
“La violencia callejera ha cobrado la vida de 36 personas, algunos de
ellos muertos en episodios de represión protagonizados por la Guardia
Nacional, -la policía militarizada venezolana-, el único sector militar
involucrado directamente en la crisis. El gobierno reconoce que ha
habido casos de excesos policiales”.
El corresponsal omite el origen y las características de la violencia
callejera a la vez que pretende confundir a los lectores del exterior
al hacer ver como una sola cosa las movilizaciones pacíficas y legales,
masivas o no, que se han dado en el país, con los hechos de violencia
que se han registrado a diario como producto de una estrategia de
foquismo con guarimbas, que ha creado las circunstancias en las que se
han dado las 36 muertes que refiere, además de cientos de heridos y
miles de pérdidas materiales.
No precisa el corresponsal que las muertes atribuidas a hechos en
donde se han visto involucrados cuerpos de seguridad son solo cinco y en
uno de esos hechos los implicados como victimarios son miembros de una
policía local dirigida por la oposición.
Obvia el corresponsal decir que de los 36 fallecidos, seis son
efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, a la cual precisamente
pretende malponer en su nota dibujándola como un organismo represivo.
2. Expone el corresponsal de la BBC que el Gobierno se contradice al describir las características del golpe suave:
“Pero esa tesis desdice la normalidad que el mismo gobierno asegura
que se vive en el país, solamente alterada, según la visión oficial de
las cosas, por “la derecha” en unos pocos sectores de clase media y alta
de Caracas y otras ciudades”.
No hay contradicción. El golpe suave está dirigido por figuras de la
derecha venezolana y apoyada desde Estados Unidos y, en esta etapa,
representada por grupos violentos provenientes de la clase media que han
acompañado la idea de sacar al Presidente Nicolás Maduro del Gobierno.
Esto está circunscrito geográficamente a unos pocos municipios
gobernados por la oposición. El resto del país está en calma, aunque
preocupado y sorprendido por los acontecimientos.
3. Sobre la detención de tres oficiales a los que se les investiga
por conspirar para dar un golpe de Estado, el corresponsal prefirió
especular y referir fuentes anónimas para concluir que la Fuerza Armada
Nacional Bolivariana es una caja negra; seguidamente relata el golpe de
Estado del 2002 —sin decir que es un golpe de Estado—, y los hechos de
la plaza Altamira del mismo año, de los cuales dice:
“Aquel peculiar ‘pronunciamiento’ desde la tarima de la plaza
caraqueña terminó diluyéndose y los oficiales involucrados fueron
paulatinamente desapareciendo de la escena, algunos saliendo del país y
otros retomando un bajo perfil”.
Agrega para concluir:
“Luego ha habido otras denuncias, siempre involucrando a oficiales
retirados, de quienes, tras difundirse por medios de comunicación sus
nombres y sus supuestos delitos, no se sabe más, ni se les sigue su
proceso judicial, si es que son sometidos a alguno”.
Quiere el corresponsal endilgar al Gobierno su ligereza y su nula
investigación periodística, o deliberadamente obvia los procesos
judiciales abiertos a los oficiales de la plaza Altamira, que cesaron
por efecto del Decreto de Amnistía dictado por el Presidente Hugo Chávez
el 31 de diciembre de 2007, que los libró de cargos por los delitos de
conspiración, rebelión civil e instigación a delinquir. La medida
incluyó a civiles, entre ellos el dirigente de la oposición Leopoldo
López, hoy nuevamente encausado. Los que no han sido beneficiados con la
medida ha sido porque cometieron delitos de lesa humanidad o huyeron
del país y no se pusieron a derecho. Hoy algunos de ellos colaboran
desde Estados Unidos con el golpe suave.
4. Dice el corresponsal:
“Hoy los militares venezolanos emplean abiertamente una retórica
política y participan frecuentemente en eventos del partido de gobierno,
pese a que no les está permitido ‘participar en actos de propaganda,
militancia o proselitismo político’, según establece el artículo 330 de
la Constitución que al inicio de su gestión promovió el presidente
Chávez”.
En este caso el corresponsal tergiversa el nuevo rol de la Fuerza
Armada Nacional Bolivariana, dado por la Constitución de 1999, que
eliminó la condición no deliberante de los militares y les otorgó el
derecho al sufragio.
El corresponsal critica la “retorica política” de los militares
pretendiendo cuestionar el derecho de los ciudadanos uniformados a
expresarse libremente, e inventa sin ningún sustento la participación de
estos en eventos del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Finalmente, el corresponsal critica que los militares usen la
consigna “Chávez vive, la Patria sigue”, una consigna que refleja un
sentimiento natural hacia el gran líder militar y civil que fue y sigue
siendo el Comandante Hugo Chávez.
Es evidente la animadversión del corresponsal hacia el Gobierno
reflejada en su nota, y que en esta oportunidad la BBC no ha advertido o
ha compartido.
La BBC ha divulgado desde hace muchos años su código de ética
periodística (http://www.bbc.co.uk/editorialguidelines/), que en esta
oportunidad ha sido claramente violado. Nos permitimos citarlo para
reclamar su aplicación a la hora de reportar lo que sucede en Venezuela
con los mismos criterios que suponemos se aplican a lo que sucede en
otros países.
Algunas “líneas editoriales de la BBC”:
Verdad y precisión:
“Buscamos establecer la verdad de lo que ha pasado y estamos
comprometidos a lograr la debida precisión en toda nuestra producción.
La precisión no es simplemente una cuestión de conseguir datos
correctos; cuando es necesario, sopesamos los hechos y la información
pertinentes para llegar a la verdad”.
“Toda producción de BBC, según corresponda a su tema y naturaleza,
debe tener buenas fuentes, corroboradas a fondo y presentadas en un
lenguaje claro y preciso. Debemos ser honestos y abiertos acerca de lo
que no sabemos y evitar especulaciones sin fundamento”.
La BBC no debe engañar a sabiendas y materialmente a su audiencia. No
debemos distorsionar los hechos conocidos, presentar material inventado
como un hecho o socavar la confianza de nuestra audiencia en nuestro
contenido.
Imparcialidad:
“La imparcialidad es el núcleo del compromiso de la BBC con su
audiencia. Aplicaremos la debida imparcialidad a todos nuestros temas y
reflejaremos una amplitud y diversidad de opinión a través de nuestra
producción en su conjunto, durante un plazo conveniente, de manera que
toda forma importante de pensamiento sea reflejada y suficientemente
representada”.
Esperamos que esta nota sea publicada con carácter de réplica en la web de BBC Mundo.
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