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25 marzo, 2016

#Gladio-Style en #Bruselas

Otro fraude terrorista de Falsa Bandera en Europa.
javifiesta.blogspot,com


DESPUÉS DE LA FALSA BANDERA LLEGA LA LEY DEL ACOJONE MASIVO. SE MILITARIZA LA CIUDAD A PUNTA DE FUSIL DE ASALTO Y QUEDA MONTADA LA FARSA CORRESPONDIENTE.

Decía Jean Paul Sartre que lo más aburrido del mal es que acabas acostumbrándote a el. Supongo que algo parecido deben pensar y desear de sus ciudadanos los “ideadores” de esta lacra homicida que son las falsas banderas. Usted tiene que acostumbrarse a vivir entre el “mal”, por tanto debe asumir que puede ser víctima de unos malvados terroristas cualesquiera (nosotros) y debe ser comprensivo y sumiso con un Estado policial que va a disponer de su privacidad cuando le plazca. Abandone todo aventurerismo con la disidencia, intégrese en el rebaño y modele su conciencia de acuerdo a nuestros patrones ideológicos. De lo contrario será usted considerado un conspiranoico y un enemigo de la civilización occidental ya que está del lado del mal…de los “malos”. Este lenguaje simplificador, es conocido, encubre todo lo demás. Incluidos los muertos de Gladio A (el anticomunista) y ahora el B (el islámico).
 
Anteayer en Bruselas se ha repetido el mismo repulsivo y acostumbrado guión criminal de los de siempre. Es decir, ha vuelto a Europa el terrorismo patrocinado para matar indiscriminadamente, algo por lo que siempre han sentido y sienten perversa predilección los conspiradores de los Estados imperiales. ¿A cuanto rédito geopolítico ha salido cada ciudadano occidental muerto desde los años del Gladio de la guerra fría? Piazza Fontana, Peteano, Aldo Moro, Bolonia, Munich, Olof Palme, Oklahoma, 11-s, 11-m, 7-j, Noruega, Charlie Hebdo, París…y ayer nuevamente decenas de personas abatidas bajo el terror islamo-anglosionista. El terrorismo, esa invención moderna de las democracias capitalistas para conquistar pueblos a golpe de bombas de racimo y napalm y para asesinar despiadadamente a través de sus monigotes pantufleros de la “yihad”, siempre vuelve (cabalísticamente o no) y, lo que es peor, para no irse definitivamente.
 
El saldo de la engañifa terrorista de Bélgica, nuevamente en modo “false flag”, es tremendo: 34
muertos y más de un centenar de heridos. A la hora explicar esta orgía de sangre y muertes hay que ir a la misma parábola oficial de siempre para desenmascararla: nueva falsa bandera ejecutada por los que controlan a su franquiciado radical Islámico para seguir promoviendo activa y permanentemente la agenda del “New Order”, para implementar más (delictivas) leyes totalitarias de seguridad, para imponer más vigilancia global, más guerras (en este caso, para invadir definitivamente Siria), más control geoestratégico y más demonización de enemigos históricos. La agenda del caos consiste en seguir manteniendo a la gente en constante preocupación, perplejidad, terror y ansiedad de modo que orienten su estado de shock, cautivo, hacia los objetivos deseados por los grandes jefes del crimen internacional.
 
No es casualidad que el gran “maestro” del terror de falsa bandera de los últimos tiempos, el dictador turco Erdogan, afirmase (a modo de “predicción”), hace unos días, que Bruselas podría ser el próximo objetivo después de los ataques terroristas sobre Ankara. Más exactamente, dijo, “no hay ninguna razón por la cual las bombas que explotaron en Ankara no puedan hacerlo en Bruselas o en cualquier otra ciudad europea.”. Y es que a veces las casualidades no son nada más que meras causalidades (adviértase el matiz). Tantas que los propagandistas del estercolero falsimediático coordinaron, al unísono, en las horas posteriores al atentado belga, la autoría de la falsa bandera a nombre del ISIS, una de las tantas marcas islámicas que han rebuscado en las cloacas de la CIA para dar crédito a su “reality terrorista” global.
 
Por supuesto, no falla…¿qué ingredientes son necesarios en toda buena falsa bandera que se precie de serlo? Pues disponer de una narrativa acorde con la estafa oficial. Como primer impacto mediático se nos dice que la policía belga encontró en un registro domiciliario en el barrio de Schaerbeek (qué rapidez superlumínica, oigan) un artefacto explosivo, productos químicos y la bandera del Estado Islámico. Además, la Policía ha difundido la foto de los tres supuestos terroristas que habrían atentado en el aeropuesto, dos de los cuales se inmolaron. Pide colaboración ciudadana para identificar y encontrar el tercero de ellos. El timo por entregas ya estaba servido con antelación. Al pueblo, en estado de conmoción, se le conmina a “identificar a un terrorista” que…ya estaba identificado de antemano. Una vieja historia que nos resulta familiar: terroristas islámicos controlados y fichados previamente por la policía. El ISIS, dicen, es el grupo radical islámico autor oficial de la pandereta terrorista belga. El que combate en Siria a su presidente Asad, a través de Occidente. Yihadistas adoctrinados y armados hasta los dientes por EEUU-Israel, las monarquías golfas, Turquía y la OTAN, atacan a sus propios “sponsorizadores” en suelo europeo. ¿Quién se puede creer esta estomagante farsa teatral, que apesta hasta límites insospechados?.
 
Otra clásica maniobra, siniestra, de los Estados donde se ejecutan las “false flag” es que la información proporcionada por sus titiriteros mediáticos debe estar orientada a mantener en la oscuridad a la ciudadanía, el conocido apagón mediático, de forma que aquella no sea consciente de que puedan existir posibles informes oficiales contradictorios, de dudosa credibilidad, o se produzcan las ya legendarias fallas o chapuzas de todos conocidas (pasaportes perdidos, monitoreo policial previo de los terroristas, etc). Saben los perpetradores que, en buena medida, estas operaciones de falsa bandera pueden sembrar dudas en personas no susceptibles de tragarse el boletín oficialnoico a las primeras de cambio, por lo que hay que evitar que esto suceda por todos los medios…hegemónicos. Para ello pueden recurrir, en los medios más influenciables (las TV), a la contratación express de infectos tertulianos, supuestamente ponderados, que juegan su rol de pútridos analistas internacionales en favor de la OTAN y EEUU, expresando sin rubor una manifiesta rusofobia militante y críticas a la dictadura “lanzabarriles-dinamiteros” de Asad, como así ha sucedido en este último atentado en una cadena del “progrerío” (de chequera) que prefiero no nombrar.
 
Las coartadas terroristas, así evidenciadas, funcionan como un reloj suizo para los menos informados. Los ataques de Bélgica, otra vez coordinados profesionalmente al detalle, se produjeron apenas dos días después de que fuese detenido en ese país Salah Abdeslam, el que llaman presunto “cerebro” que estuvo detrás de los atentados de noviembre en París. Rápidamente, nos dijeron que los “terroristas” atacaron el aeropuerto de Bruselas y el Metro de la ciudad belga como “represalia” por la detención de su camarada Abdeslam. Tan creíble como otros episodios “false flag” anteriores construidos bajo las mismas falsas premisas. Para no variar….en el pitote terrorista de Bélgica los “kamikazes” eran europeos y estaban fichados por la policía, rezan los titulares de los medios controlados. Y es que, al igual que en prácticamente todos los anteriores atentados terroristas ocurridos en EEUU y Europa, los sospechosos eran bien conocidos por las agencias de seguridad occidentales. ¿Qué raro eh? Otra vez terroristas “fichados” en un ataque de falsa bandera. ¿No pueden cambiar una pantomima por otra para que no resulte tan descarada? ¿Tienen que recurrir a la contratación de actores para reforzar la credibilidad de su nuevo serial terrorista? Viene a cuento esta última pregunta a propósito de un personaje, un tal Mason Wells (norteamericano) que dicen ha sobrevivido a  los atentados de falsa bandera de Boston, Paris (noviembre) y ahora Bruselas. Estaba allí, era americano de pura cepa y, como sus colegas del tren Thalys, era el contrapunto ideal para construir una historia “hollywoodiense” de hombres con fortuna, héroes y villanos.

El investigador Tony Cartalucci, siguiendo lo anterior, deja al desnudo la desvergüenza oficial con suma clarividencia: En otras palabras, todos los sospechosos de los ataques terroristas del martes pasado han estado bajo la nariz, el radar y en las prisiones de las agencias de seguridad occidentales de forma intermitente durante años. Y aún así fueron capaces de llevar a cabo al menos un ataque terrorista de alto perfil, posiblemente dos, nada menos que después de que los sospechosos hubieran viajado a Siria para luchar junto al ISIS e inexplicablemente se les permitiese volver a entrar a Europa, dándoles la oportunidad de “reinsertarse” en la sociedad sin mayores sobresaltos. Es cómo si se les hubiera invitado a poner en práctica su siguiente “nivel” de extremismo. La familiaridad, dice Cartalucci, que las agencias de seguridad europeas han tenido con todos los sospechosos de los ataques al Metro y aeropuerto de Bruselas venía mucho antes de que ocurriesen los ataques de 2015 en París, lo que indica negligencia criminal en el mejor de los casos y complicidad en el peor de ellos. Póngase en el peor de los casos, digo yo y, añado: no se crean el montaje circense de que existe una “incompetencia” de los organismos europeos de seguridad. Es una estratagema ya conocida para aumentar nuestra propia seguridad, a costa de….perderla.
 
La doctrina del miedo, vía falsas banderas, es el juego sucio de Occidente para que, a nivel interno, sus ciudadanos demanden menos derechos civiles y propongan el incremento de más medidas draconianas de “protección” y seguridad masiva. Un trucaje verdaderamente siniestro de los bandidos que manejan Gladio. ¿Cuál será el próximo truco criminal del Gladio islámico? Hagan sus apuestas.
 
¿Hará falta un baño de sangre perpetuo para que la Humanidad inicie el despertar?
 
[Actualización 25-03-2016] No se rían excesivamente. EEUU acaba de anunciar hace unos minutos que ha liquidado a su hombre nº 2 de Daesh (ISIS-EI…blabla) en Siria. Pero no por un comando rambo americano, en sutil y brillante operativo antiterrorista, sino en un (sic) ataque aéreo de EEUU al Estado Islámico ocurrido…a lo largo de este mes de marzo. Evidentemente, faltaba una charlotada de este tipo para acallar las previsibles sospechas sobre el tongo belga y blindar a la opinión pública en el sentido que quieren los falsificadores imperiales. Han conseguido quedar peor de lo que estaban.

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