Otro fraude terrorista de Falsa Bandera en Europa.
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DESPUÉS DE LA FALSA BANDERA LLEGA LA LEY DEL ACOJONE MASIVO. SE MILITARIZA LA CIUDAD A PUNTA DE FUSIL DE ASALTO Y QUEDA MONTADA LA FARSA CORRESPONDIENTE.
Decía Jean Paul Sartre
que lo más aburrido del mal es que acabas acostumbrándote a el. Supongo
que algo parecido deben pensar y desear de sus ciudadanos los
“ideadores” de esta lacra homicida que son las falsas banderas. Usted
tiene que acostumbrarse a vivir entre el “mal”, por tanto debe asumir
que puede ser víctima de unos malvados terroristas cualesquiera (nosotros)
y debe ser comprensivo y sumiso con un Estado policial que va a
disponer de su privacidad cuando le plazca. Abandone todo aventurerismo
con la disidencia, intégrese en el rebaño y modele su conciencia de
acuerdo a nuestros patrones ideológicos. De lo contrario será usted
considerado un conspiranoico y un enemigo de la civilización
occidental ya que está del lado del mal…de los “malos”. Este lenguaje
simplificador, es conocido, encubre todo lo demás. Incluidos los muertos
de Gladio A (el anticomunista) y ahora el B (el islámico).
Anteayer en
Bruselas se ha repetido el mismo repulsivo y acostumbrado guión criminal
de los de siempre. Es decir, ha vuelto a Europa el terrorismo
patrocinado para matar indiscriminadamente, algo por lo que siempre han
sentido y sienten perversa predilección los conspiradores de los Estados
imperiales. ¿A cuanto rédito geopolítico ha salido cada ciudadano
occidental muerto desde los años del Gladio de la guerra fría? Piazza
Fontana, Peteano, Aldo Moro, Bolonia, Munich, Olof Palme, Oklahoma,
11-s, 11-m, 7-j, Noruega, Charlie Hebdo, París…y ayer nuevamente decenas
de personas abatidas bajo el terror islamo-anglosionista. El
terrorismo, esa invención moderna de las democracias capitalistas para
conquistar pueblos a golpe de bombas de racimo y napalm y para asesinar
despiadadamente a través de sus monigotes pantufleros de la “yihad”,
siempre vuelve (cabalísticamente o no) y, lo que es peor, para no irse
definitivamente.
El saldo de
la engañifa terrorista de Bélgica, nuevamente en modo “false flag”, es
tremendo: 34
muertos y más de un centenar de heridos. A la hora explicar esta orgía de sangre y muertes hay que ir a la misma parábola oficial de siempre para desenmascararla: nueva falsa bandera ejecutada por los que controlan a su franquiciado radical Islámico para seguir promoviendo activa y permanentemente la agenda del “New Order”, para implementar más (delictivas) leyes totalitarias de seguridad, para imponer más vigilancia global, más guerras (en este caso, para invadir definitivamente Siria), más control geoestratégico y más demonización de enemigos históricos. La agenda del caos consiste en seguir manteniendo a la gente en constante preocupación, perplejidad, terror y ansiedad de modo que orienten su estado de shock, cautivo, hacia los objetivos deseados por los grandes jefes del crimen internacional.
muertos y más de un centenar de heridos. A la hora explicar esta orgía de sangre y muertes hay que ir a la misma parábola oficial de siempre para desenmascararla: nueva falsa bandera ejecutada por los que controlan a su franquiciado radical Islámico para seguir promoviendo activa y permanentemente la agenda del “New Order”, para implementar más (delictivas) leyes totalitarias de seguridad, para imponer más vigilancia global, más guerras (en este caso, para invadir definitivamente Siria), más control geoestratégico y más demonización de enemigos históricos. La agenda del caos consiste en seguir manteniendo a la gente en constante preocupación, perplejidad, terror y ansiedad de modo que orienten su estado de shock, cautivo, hacia los objetivos deseados por los grandes jefes del crimen internacional.
No es casualidad que el gran “maestro” del terror de falsa bandera de los últimos tiempos, el dictador turco Erdogan, afirmase (a modo de “predicción”), hace unos días, que Bruselas podría ser el próximo objetivo después de los ataques terroristas sobre Ankara. Más exactamente, dijo, “no
hay ninguna razón por la cual las bombas que explotaron en Ankara no
puedan hacerlo en Bruselas o en cualquier otra ciudad europea.”. Y
es que a veces las casualidades no son nada más que meras causalidades
(adviértase el matiz). Tantas que los propagandistas del estercolero
falsimediático coordinaron, al unísono, en las horas posteriores al
atentado belga, la autoría de la falsa bandera a nombre del ISIS, una de
las tantas marcas islámicas que han rebuscado en las cloacas de la CIA
para dar crédito a su “reality terrorista” global.
Por
supuesto, no falla…¿qué ingredientes son necesarios en toda buena falsa
bandera que se precie de serlo? Pues disponer de una narrativa acorde
con la estafa oficial. Como primer impacto mediático se nos dice que la
policía belga encontró en un registro domiciliario en el barrio de
Schaerbeek (qué rapidez superlumínica, oigan) un
artefacto explosivo, productos químicos y la bandera del Estado
Islámico. Además, la Policía ha difundido la foto de los tres supuestos
terroristas que habrían atentado en el aeropuesto, dos de los cuales se
inmolaron. Pide colaboración ciudadana para identificar y encontrar el
tercero de ellos. El timo
por entregas ya estaba servido con antelación. Al pueblo, en estado de
conmoción, se le conmina a “identificar a un terrorista” que…ya estaba
identificado de antemano. Una vieja historia que nos resulta familiar:
terroristas islámicos controlados y fichados previamente por la policía.
El ISIS, dicen, es el grupo radical islámico autor oficial de la
pandereta terrorista belga. El que combate en Siria a su presidente
Asad, a través de Occidente. Yihadistas adoctrinados y armados hasta los
dientes por EEUU-Israel, las monarquías golfas, Turquía y la OTAN,
atacan a sus propios “sponsorizadores” en suelo europeo. ¿Quién se puede
creer esta estomagante farsa teatral, que apesta hasta límites
insospechados?.
Otra clásica
maniobra, siniestra, de los Estados donde se ejecutan las “false flag”
es que la información proporcionada por sus titiriteros mediáticos debe
estar orientada a mantener en la oscuridad a la ciudadanía, el conocido
apagón mediático, de forma que aquella no sea consciente de que puedan
existir posibles informes oficiales contradictorios, de dudosa
credibilidad, o se produzcan las ya legendarias fallas o chapuzas de
todos conocidas (pasaportes perdidos, monitoreo policial previo de los
terroristas, etc). Saben los perpetradores que, en buena medida, estas
operaciones de falsa bandera pueden sembrar dudas en personas no
susceptibles de tragarse el boletín oficialnoico a las primeras de
cambio, por lo que hay que evitar que esto suceda por todos los
medios…hegemónicos. Para ello pueden recurrir, en los medios más
influenciables (las TV), a la contratación express de infectos
tertulianos, supuestamente ponderados, que juegan su rol de pútridos
analistas internacionales en favor de la OTAN y EEUU, expresando sin
rubor una manifiesta rusofobia militante y críticas a la dictadura “lanzabarriles-dinamiteros” de Asad, como así ha sucedido en este último atentado en una cadena del “progrerío” (de chequera) que prefiero no nombrar.
Las
coartadas terroristas, así evidenciadas, funcionan como un reloj suizo
para los menos informados. Los ataques de Bélgica, otra vez coordinados
profesionalmente al detalle, se produjeron apenas dos días después de
que fuese detenido en ese país Salah Abdeslam, el que
llaman presunto “cerebro” que estuvo detrás de los atentados de
noviembre en París. Rápidamente, nos dijeron que los “terroristas”
atacaron el aeropuerto de Bruselas y el Metro de la ciudad belga como
“represalia” por la detención de su camarada Abdeslam. Tan creíble como
otros episodios “false flag” anteriores construidos bajo las mismas
falsas premisas. Para no variar….en el pitote terrorista de Bélgica los “kamikazes” eran europeos y estaban fichados por la policía,
rezan los titulares de los medios controlados. Y es que, al igual que
en prácticamente todos los anteriores atentados terroristas ocurridos en
EEUU y Europa, los sospechosos eran bien conocidos por las agencias de
seguridad occidentales. ¿Qué raro eh? Otra vez terroristas “fichados” en
un ataque de falsa bandera. ¿No pueden cambiar una pantomima por otra
para que no resulte tan descarada? ¿Tienen que recurrir a la
contratación de actores para reforzar la credibilidad de su nuevo serial
terrorista? Viene a cuento esta última pregunta a propósito de un
personaje, un tal Mason Wells (norteamericano) que
dicen ha sobrevivido a los atentados de falsa bandera de Boston, Paris
(noviembre) y ahora Bruselas. Estaba allí, era americano de pura cepa y,
como sus colegas del tren Thalys, era el contrapunto ideal para
construir una historia “hollywoodiense” de hombres con fortuna, héroes y
villanos.
El investigador Tony Cartalucci, siguiendo lo anterior, deja al desnudo la desvergüenza oficial con suma clarividencia: En
otras palabras, todos los sospechosos de los ataques terroristas del
martes pasado han estado bajo la nariz, el radar y en las prisiones de
las agencias de seguridad occidentales de forma intermitente durante
años. Y aún así fueron capaces de llevar a cabo al menos un ataque
terrorista de alto perfil, posiblemente dos, nada menos que después de
que los sospechosos hubieran viajado a Siria para luchar junto al ISIS e
inexplicablemente se les permitiese volver a entrar a Europa, dándoles
la oportunidad de “reinsertarse” en la sociedad sin mayores sobresaltos.
Es cómo si se les hubiera invitado a poner en práctica su siguiente
“nivel” de extremismo. La familiaridad, dice Cartalucci, que
las agencias de seguridad europeas han tenido con todos los sospechosos
de los ataques al Metro y aeropuerto de Bruselas venía mucho antes de
que ocurriesen los ataques de 2015 en París, lo que indica negligencia
criminal en el mejor de los casos y complicidad en el peor de ellos. Póngase
en el peor de los casos, digo yo y, añado: no se crean el montaje
circense de que existe una “incompetencia” de los organismos europeos de
seguridad. Es una estratagema ya conocida para aumentar nuestra propia seguridad, a costa de….perderla.
La doctrina
del miedo, vía falsas banderas, es el juego sucio de Occidente para que,
a nivel interno, sus ciudadanos demanden menos derechos civiles y
propongan el incremento de más medidas draconianas de “protección” y
seguridad masiva. Un trucaje verdaderamente siniestro de los bandidos
que manejan Gladio. ¿Cuál será el próximo truco criminal del Gladio
islámico? Hagan sus apuestas.
¿Hará falta un baño de sangre perpetuo para que la Humanidad inicie el despertar?
[Actualización 25-03-2016] No se rían
excesivamente. EEUU acaba de anunciar hace unos minutos que ha
liquidado a su hombre nº 2 de Daesh (ISIS-EI…blabla) en Siria. Pero no
por un comando rambo americano, en sutil y brillante operativo
antiterrorista, sino en un (sic) ataque aéreo de EEUU al Estado Islámico
ocurrido…a lo largo de este mes de marzo.
Evidentemente, faltaba una charlotada de este tipo para acallar las
previsibles sospechas sobre el tongo belga y blindar a la opinión
pública en el sentido que quieren los falsificadores imperiales. Han
conseguido quedar peor de lo que estaban.
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