Para quienes aun creen en la guerra contra las
drogas y se emocionan con novelas colombianas de narcotráfico.
(Traducción: Obligatorio Recordar)
Por: Daniel Hopsicker
(Periodista disidente que investiga la dudosa
afirmación del gobierno de los EE.UU. que dice no hay capos de las drogas
norteamericanos)
En la guerra contra las drogas, producir confusión
es muy importante y existen muchas versiones de la realidad. Aún así, con el
escandalo que estalló en Nicaragua, cada vez se hace más claro que la mejor
manera de describir al nuevo Presidente de México es la de “Señor Narco-Presidente”
Un
comienzo difícil aun antes de empiece
El candidato del PRI (Partido Revolucionario
Institucional), Enrique Peña Nieto, el nuevo Presidente de México,
aún no asume el cargo pero ya está enredado en dos grandes escándalos de tráfico
de drogas.
Primero vino el arresto en Agosto, en España, de
Rafael Celaya, un teniente del Cartel de Sinaloa, que fue acusado de importar
337 kilos de cocaína a España mientras dejaba lista una nueva cabeza de playa
europea para el capo de la droga Chapo Guzmán. Cuando lo detuvieron resultó que
Celaya era un operativo del partido político de Peña Nieto, fue una vergüenza pública.
Luego cuando la fotografía de Peña Nieto y Celaya como grandes amigos apareció
en Facebook se convirtió en un hervidero político.
Pero la guerra de
palabras que se produjo palidece
en comparación con lo que el
escándalo reciente sugiere acerca
de la legitimidad de las
elecciones a punto de catapultar
a Peña Nieto a la presidencia.
Un
incidente en la frontera
Todo comenzó como un típico cruce a través de la Carretera
Panamericana en América Central. Cerca de la frontera entre Honduras y
Nicaragua una carretera de doble carril sube atravesando bosques de pinos y sobre
las montañas, pasando por fincas y ranchos de ganado. En contraposición al calmado
escenario, la frontera en Las Manos, Nicaragua es un caos de camiones en fila,
con el aire asfixiante por el calor, todos cargados de granos, porotos, aceite
de cocina y campesinos intentando que los lleven hacia la frontera.
El lunes 20 de Agosto, una caravana de 6 vehículos
de televisión satelital cruzaron por aquí, cargados con cámara de video de alta definición, micrófonos
y antenas, todos los carros tenían los logotipos blanco, amarillo y azul de
Televisa, la cadena de televisión en español más grande del mundo. Los
oficiales de la frontera nicaragüense los esperaban.
El día anterior habían recibido una pista de que
los camiones no eran para filmar documentales, dijo la Comisionada Glenda
Zavala. Ellos iban hacia Costa Rica para recoger un cargamento de drogas antes
de volver a México. Luego de una búsqueda encontraron $9.2 millones escondidos
en compartimentos, el grupo de 18 mexicanos
que viajaban en la caravana fueron detenidos, 17 hombres y 1 mujer
atractiva de 30 años, Raquel Correa Alatorre que las autoridades dijeron que dirigía
el show. Y aquí las cosas empezaron a tornarse enredadizas.
La definición
de enredadizas
Televisa inmediatamente lanzó un comunicado
diciendo que no tenían ninguna responsabilidad sobre lo ocurrido en Nicaragua y
que los arrestados no eran empleados de la compañía y que los camiones tampoco
les pertenecían. “Ninguno de los arrestados trabajan para el GRUPO Televisa” el
comunicado decía. La compañía continuaba afirmando que los arrestados no eran
empleados de la televisora, que las furgonetas no eran parte de su flota y que
han cooperado con las autoridades desde que todo salió a la luz.
Un vocero de Televisa inclusive amenazó a los
detenidos –algo curioso porque tenían mayores problemas de que preocuparse-
diciendo que la compañía los iba a demandar por hacerse pasar por sus empleados
y manchar el buen nombre de la empresa.
Televisa no es ajena a las controversias. La compañía
atravesó severas críticas por su cobertura pro-Peña Nieto durante las
elecciones y la mala información hacia el candidato de izquierda. Aun así, la
cadena más grande de Latino América (su dueño es el segundo más billonario de México,
Emilio Azcarraga) Televisa tiene mucha influencia, y por supuesto, en la guerra
contra las drogas producir confusión es un proceso operativo estándar. Entonces
no fue ninguna sorpresa cuando las cadenas informativas del mundo
inmediatamente adoptaron los lineamiento de Televisa.
Una
avalancha de desinformación
Se les llamó “falsos reporteros” en el Washington
Post
Fox News les llamó “falsos reporteros de noticias”
Reuters reportó que 18 mexicanos fueron detenidos “fingiendo
ser periodistas”
La Associated Press, que casi toda las cadenas usan
sus reportes en estos días, usó el incidente para echar un ojo al gobierno
post-Sandinista de Nicaragua.
“La captura de una gran suma de dinero pone a la
luz el rol en las drogas de Nicaragua”, decía un típico encabezado que
reportaba el incidente.
La captura ha “desvelado la cortina del rol de
Nicaragua en el trafico de drogas” decía el London Telegraph, que debía saber
mejor
Esto “refleja la importancia de Nicaragua” para los
carteles de droga y sus operaciones entre Sudamérica y los EE.UU.
Dando a entender que la guerra contra las drogas
estaba poniendo presión sobre las ganancias-sin embargo nada puede estar más
lejos de la verdad-la noticia decía “los narcotraficantes están recurriendo a
formas más ingeniosas para traficar y mover sus guanacias”
Sólo existía un problema con el escenario. Estaba mal. Y no sólo mal. Como resultó,
estaba bien, bien, mal.
Cuando el billonario miente, los
medios de comunicación escuchan
Mientras
los días pasaban empezó a parecer para los observadores en Nicaragua que
Televisa estaba mintiendo. El primero que se cuestionó de lo que era la
historia oficial –de que los mexicanos eran falsos reporteros- fue una publicación
local llamada El Reportero Digital. Mientras y sin ofrecer prueba, El Reportero
Digital insistía que el equipo en custodia –acusados de lavado de dinero y de
crimen organizado- estaban bajo la dirección de Televisa y que el convoy de vehículos
también pertenecían a Televisa. Su líder, Raquel Correa Alatorre, así como 3 o
4 detenidos, estaban trabajando para el gigante Televisa decía la publicación.
La publicación, se supo luego, recibía información de filtraciones militares
que indicaban que un alto ejecutivo de Televisa –un vicepresidente corporativo-
estaba también envuelto en el caso.
Uno del
grupo, Julio Cesar Alvarado Salas de 43 años fue identificado positivamente
como un camarógrafo de Televisa, ellos reportaron. Otro, Cecilio López Gutiérrez
era un policía municipal de la ciudad mexicana de Durango. En la acusación,
Raquel Correa, la que decían era la líder del grupo, asombró a los de la corte
cuando gritó que quería ser enjuiciada en Nicaragua y no ser llevada a México.
Su razón, dijo, era que no quería meterse en problemas “con su familia”. Los
reportes de noticias decían que un miembro de su familia era un presentador de
noticias, Javier Alatorre.
Los hechos que empiezan a gotear lentamente
Mientras que se esperaban cargos adicional, el
equipo nervioso estaba alojado en el Holiday Inn in Managua, Mientras todos
esperaban, los hechos empezaron a gotear lentamente de varias fuentes. Los $9.2
millones encontrados en las furgonetas eran para pagar un cargamento de droga
en Costa Rica. Reportes decían que 5 oficiales en la frontera nicaragüense
estaban siendo sobornados para que repetidamente la caravana cruce la frontera.
El “informante anónimo” fue parcialmente identificado. Él se convirtió en amigo
mientras era un huésped en el Hotel Intercontinental de Tegucigalpa, Honduras,
donde el grupo se relajo durante 4 días. Ahí, él escuchó que estaban viajando a
Nicaragua en búsqueda de información que pueda ser usada para desacreditar al
gobierno de Daniel Ortega. La gran noticia era que esta no era la primera vez
que traficaban con droga. La líder, Raquel Alatorre cruzo la frontera hacia y
fuera de Nicaragua 34 veces. El grupo hacia varios viajes llevando froga desde
Costa Rica a México, volviendo al sur con dinero para pagar el cargamento. El
convoy pasó hacia Costa Rica al menos 13 veces los pasados 2 años. La explicación
que hacia que estos viajes fuera sin complicaciones a través de América Central
sin ser detectados varios años, El Reportero Digital decía, era por la
autenticidad de los vehículos.
Cuando
mienten siempre es por alguna razón
Fue la revista semanal Proceso, de la ciudad de México
quien finalmente dio la primera prueba de la participación directa de la cadena
de televisión. Televisa si era dueña de al menos una de las seis
furgonetas que fueron capturadas por la Policía
Nacional de Nicaragua, reportó la revista. De acuerdo al número de motor registrado
en la ciudad de México, una de las furgonetas coincidían el número de serie y
el número de patente y pertenecían a Televisa S.A.
Las consecuencias se fueron escalonando. Imaginemos
a un convoy de 6 furgonetas de la cadena de Rupert Murdock, FoxNews, que se les
para en la Interestatal 35 a las afueras de Houston cargando millones de dólares
de la droga hacia Laredo.
Mañana nos explicaremos porque nadie quiere hablar
sobre esta tremenda revelación y las muchas razones porque las que las cadenas
de comunicación deberían tener dudas sobre los reclamos de Televisa y como
estas mentiras pueden decirnos el real motivo de la DEA y su fantasiosa guerra
contra las drogas.
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