Dax Toscano
La
juventud chilena ha demostrado el potencial liberador, creativo que tienen las
y los estudiantes cuando rompen con el sistema explotador capitalista y sus
instituciones académicas formadoras de mentes sumisas.
No
claudican, no se venden, no se dejan chantajear, no se atemorizan. Han
soportado con firmeza la brutal represión, tal como se la ejerció en la época
de la dictadura pinochetista.
Ellas
y ellos no están interesados en regresar a las aulas para simplemente pasar un
año más de estudios. Están decididas y decididos a conseguir un presente mejor,
que les garantice una perspectiva distinta en el futuro inmediato, porque con
el modelo actual no solo perderán un año, sino que a la gran mayoría se les
cerrará definitivamente las puertas para poder estudiar y, en general, para
poder vivir.
Su
lucha ha desenmascarado las supuestas “bondades” del sistema capitalista y del
modelo neoliberal chileno, país que la industria mediática, a través de una
poderosa campaña propagandística, ha pretendido hacer creer a la gente que es
ejemplo de prosperidad, ocultando las profundas injusticias, desigualdades que
existen en esa sociedad en la que solo unos pocos gozan de la riqueza mientras
la mayoría vive mal.
Mientras
esto sucede en Chile, en la Universidad de las Américas de Ecuador (UDLA),
dirigida por Carlos Larreátegui, ex funcionario de los gobiernos neoliberales
de Sixto Durán Ballén y Jamil Mahuad, se otorgó un Doctorado Honoris Causa al
ex presidente del gobierno español, José María Aznar.
Como
invitados a ésta ceremonia estuvieron presentes los ex presidentes del Ecuador,
Oswaldo Hurtado, Sixto Durán Ballén y Gustavo Noboa.
Hurtado
fue responsable de la sucretización de la deuda de los empresarios privados
ecuatorianos, lo cual les significó grandes beneficios económicos. Durante el
gobierno de Sixto se dieron actos de corrupción en los que estuvieron
implicados sus familiares como fue el caso de Flores y Miel. Noboa fue el
vicepresidente de Mahuad, responsable de la dolarización y el feriado bancario.
Una vez destituido Mahuad por el pueblo, Noboa asumió la presidencia en la cual
cambió los bonos Brady por bonos Global de deuda externa, con un perjuicio
económico para el país, así como fue responsable de las leyes privatizadoras
Trole I y Trole II, tal como lo explica el ex candidato socialista Diego
Delgado Jara.
Esos
fueron los selectos invitados en la UDLA.
Tampoco
se debe olvidar que fue Sixto el que entregó la Orden Nacional al Mérito en el
grado de Gran Cruz del Gobierno Nacional del Ecuador, en el año 1996, a
Larreátegui, así como a otros miembros de su círculo entre los que se
encontraba la corrupta Ana Lucía Armijos.
Más
allá de haber sido parte del círculo íntimo de Sixto Durán Ballén, ¿cuáles
fueron los méritos de Carlos Larreátegui para recibir tal condecoración? Ningún
aporte para el país.
Nada
de esto debe causar sorpresa: Obama es premio Nobel de la Paz, pese a que ha
aumentado el gasto militar de EEUU, continúa la invasión a Afganistán e Irak y
ha demostrado ser un guerrerista igual o peor que Bush al autorizar la invasión
a Libia. Es lógico, la institución burguesa del premio Nobel debía premiar a
uno de los suyos.
Bajo
la misma lógica, la institución burguesa de la UDLA, no podía dejar de premiar
a uno de los suyos, como es el caso del ex presidente del gobierno español José
María Aznar. Tal vez también lo hagan más adelante con Uribe, otro más del
grupo de ex mandatarios criminales, fascistas y neoliberales.
La
UDLA fue fundada por empresarios neoliberales chilenos y ecuatorianos. Sus
actividades académicas las inició en 1994. Bajo el gobierno de Durán Ballén se
oficializó el funcionamiento de la Universidad, que adaptó el modelo de
educación de la UDLA de Chile al Ecuador.
Su
misión: formar profesionales dóciles al sistema, que trabajen para el
sostenimiento y fortalecimiento del capitalismo.
En
el mes de septiembre el Consejo Superior de la UDLA decidió por unanimidad
otorgar el doctorado a Aznar en “reconocimiento a su invalorable aporte cívico,
ético y político a favor de las libertades y la democracia en el mundo”.
En
la ceremonia celebrada el día martes 11 de octubre de 2011, la presentadora de
la UDLA dijo, en tono solemne, que esta entrega se hacía a personas por su
intachable trayectoria.
Larreátegui,
en entrevista publicada por el periódico HOY señaló que “José María Aznar es un
referente mundial, por su acérrima defensa de la democracia representativa, de
la institucionalidad de los estados, de las libertades, de las relaciones
positivas entre naciones en la era de globalización. Ha sido un luchador y ha
reivindicado la política como una actividad ética indispensable para el
desarrollo de los pueblos.”
El
periodista Diego Oquendo, el día 12 de octubre de 2011, manifestó que se
trataba de un reconocimiento “justo” para Aznar. Mientras, la prensa concedía
amplios espacios para difundir las ideas del fascista Aznar, tal como lo han
hecho los periódicos El Comercio, El Universo y HOY de Ecuador.
Otras
universidades privadas en el mundo le han entregado este reconocimiento a José
Aznar. Con este, ya suma doce.
Así,
sin ningún análisis de la figura de este personaje, pretenden ocultar la
realidad y hacernos tragar que Aznar es un buen hombre, casi un santo.
Lo
que la industria mediática y los directivos de la UDLA ocultan es que Aznar es
un fascista, corrupto y guerrerista.
Datos
precisos:
Aznar
autorizó el envío de tropas españolas a Irak y Afganistán para respaldar la
criminal invasión yanqui a esos países. Aznar mintió sobre los atentados
perpetrados en la estación del metro de Atocha en marzo de 2004, acusando a ETA
con el claro propósito de obtener réditos políticos que le condujeran a la
reelección en ese entonces como presidente, utilizando para ello la misma
estrategia de Bush de la supuesta lucha contra el terrorismo. Aznar mintió a
los españoles y al mundo que desconocía que en Irak no había armas de
destrucción masiva, tal como lo afirmaba la propaganda de EEUU. Aznar autorizó
los vuelos secretos de la CIA que transportaron a personas que fueron
secuestradas y torturadas en las cárceles secretas de esta organización
criminal en Europa y en Guantánamo. Aznar ha abogado porque se lleve a cabo una
invasión militar contra Cuba.
En
cuanto al “milagro económico” que supuestamente se produjo en la época de Aznar
en España, Aníbal Garzón Baeza señala que “la política económica aznariana se
basó en una estafa piramidal como fue la burbuja inmobiliaria promovida desde
el poder a mediados de los 90 (ley de liberalización del suelo, incentivos
fiscales compra de vivienda, bajón repentino en los tipos de interés, etc.),
todo lo cual terminó explotando, con la gente en la calle y para más INRI
endeudada de por vida.”
De
igual manera, dice Aníbal Garzón, “su política económica se basó en la
obtención de fondos a cuenta de malvender las grandes empresas públicas como
Telefónica, Repsol, Cepsa, Tabacalera, Argentaria, Endesa, etc. mientras
invertía la mitad en I+D de lo que invirtió el actual gobierno (que ya de por
sí es muy poco). Ahora esas empresas nos sablean desde su posición de
monopolios privados”, concluye Garzón.
Ese
es el “modelo sensato de la economía” que hoy el fascista Aznar quiere vender a
Latinoamérica y el mundo, a través de sus conferencias.
Estas
son las cosas que falsimedia y la podrida institución universitaria burguesa
ocultan sobre este remedo del führer.
Frente
a esto cabe hacer una breve reflexión sobre el papel de las universidades y sus
académicos.
Dice
Fernando Buen Abab Domínguez que:
La
maquinaria “educativa” financiada por la burguesía, en todos sus niveles y
extensiones, (y con excepciones honrosas) es una maquinaria de guerra
ideológica empeñada en sistematizar, en las aulas, los modos y los medios para
amaestrar personas, para inocular la ideología de la clase dominante disfrazada
con “prestigio científico” y para hacer tragar a los pueblos la “dignidad
culterana” de las más vergonzosas teorías pseudocientíficas, y los más
bochornosos exorcismos al capitalismo. Diariamente un ejército de “educadores”
serviles infesta los espacios “académicos” (públicos o privados) para hacer
creer a los “estudiantes”, gracias a un salario mayormente mediocre, que el
“saber”, autorizado por las oligarquías y sus instituciones, es la verdad
revelada que los conducirá a un futuro de “bienestar” a cambio de entregar su
cerebro con docilidad y servilismo. Espejismos del cuentapropismo académico
parasitario y decadente. Y lo avalan con títulos de pre-grado, grado,
post-grado… el fetichismo de los títulos académicos.
Ese
modelito de falacias y extorsiones “educativas”, ¡institucionales!, ha tendido
trampas “lógicas” a diestra y siniestra para garantizar la sobrevivencia de un
monstruo burocrático costoso, anacrónico, anti-democrático, autoritario y
discriminador basado en reproducir en las aulas les relaciones
obrero-patronales. Todo revestido con palabrería “científica” para hacer creer
que es “conocimiento” cierto, ese magma de ignorancia, limitaciones y
petulancia que desparraman diariamente millones de “educadores” cómplices de la
farsa. Eso, claro, con la bendición de los jefes que no son menos serviles, ni
menos cómplices, ni menos ignorantes que sus súbditos “cultos”. Aunque
“administren” o “gerencien” bien. (En El Capitalismo, su “Educación” y sus
“Educadores”)
Palabras
precisas para describir y explicar una realidad objetiva, concreta: las
instituciones universitarias, bajo el sistema capitalista, sean públicas o
privadas, están al servicio del mercado y no de la sociedad como tanto
pregonan.
En
las universidades se reproducen no solo las ideas que a la clase dominante le
interesa que se conozcan, muchas de ellas encubiertas con fraseología
seudocientífica, sino que se forman a profesionales serviles, dóciles al
sistema, gracias a las enseñanzas que sesudos académicos, en todos los campos,
les proporcionan.
¿Cabe
preguntar si las y los estudiantes de la UDLA de Ecuador fueron informados
sobre las acciones criminales de Aznar o si simplemente se les presentó la
imagen de santo que le dio Larreátegui?
Decía
Aníbal Ponce que los intelectuales al servicio del sistema no son otra cosa que
una mezcla de esclavos y mercenarios, lo cual calza con precisión para muchas
profesoras y muchos profesores universitarios que, creyéndose una especie
superior, pretenden formar mentes sumisas, acríticas entre el estudiantado.
Para
lavar su imagen quieren hacer creer a sus estudiantes que ellas y ellos cumplen
una labor social. Nada más alejado de la realidad.
La
gran mayoría, profesionales asalariados de la Academia Universitaria, sirven a
sus amos fielmente, porque tienen miedo a que se les impida publicar sus
escritos, a que se les quite el dinero que reciben para sus trabajos
académicos. En otros casos, son los mismos empresarios, como en el caso de la
UDLA, los que imparten las clases. Ya se podrán imaginar qué clase de ideas
transmiten a las y los estudiantes: el capitalismo es el sistema superior al
que puede aspirar la humanidad, las intervenciones de EEUU son de carácter
humanitario, la lucha de clases no existe, etc.
Estas
universidades están directamente vinculadas a los proyectos imperiales y al
sustento del orden burgués. En la década de 1960 un grupo de sociólogos,
antropólogos, psicólogos participaron en el desarrollo del Plan Camelot,
proyecto del imperialismo yanqui para contrarrestar, detener y reprimir la
lucha popular. El Plan Camelot fue elaborado como parte de las actividades que
más adelante conducirían al golpe fascista en Chile, en 1973.
Hoy
las universidades y sus académicos mantienen estrechas relaciones con la USAID,
la NED, el Instituto Republicano Internacional, la Fundación Heritage, la
Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales de Aznar, entre otras. Ellas
financian, en muchos casos, sus actividades.
Las
instituciones de educación superior y su cuerpo docente tienen como propósito
la despolitización de la juventud, su desmovilización. Su interés es convertir
a la academia, como señaló el pensador marxista Agustín Cueva, en torres de
marfil alejadas de la lucha popular.
La
actividad política está reservada solo para un grupo selecto, parte de la
élite, según el discurso de la sociología burguesa, mismo que será el encargado
de la dirección política en cada sociedad en la que se formen. Por ello
preparan sus cuadros, les conceden becas y les financian sus estudios como hace
el instituto CATO internacional con jóvenes de la burguesía y clase media
venezolana.
Todas
estas organizaciones promueven las ideas burguesas, en defensa del mercado, de
la explotación asalariada y del imperialismo.
Hay que
cuestionar y desenmascarar las acciones que en este sentido se llevan dentro de
las instituciones de educación superior.
Hoy la UDLA entrega un doctorado a un fascista. En 2004 la Universidad Andina invitó como expositor al agente de la CIA
Carlos Alberto Montaner, gracias a los buenos oficios de César Montúfar. La
Universidad Central condecoró a Lucio Gutiérrez en la época de Olalla, mientras
que el actual rector mantiene relaciones muy amistosas con funcionarios de la
embajada norteamericana y el Departamento de Cultura propicia la exposición,
nada inocente, del cine sionista. A todo ello hay que sumar el mutismo
permanente por parte de las autoridades universitarias frente a los problemas
sociales, nacionales e internacionales. Y las y los docentes, en su mayoría
obsecuentes con el poder, que no han protestado y han aceptado dócilmente que
se atenten contra principios democráticos al dejar pasar que no haya elecciones
de las autoridades universitarias en cada facultad, sino que éstas sean
elegidas por designación por el rector de la Universidad Central del Ecuador,
tal como lo hace el Papa con sus cardenales.
Un
grupo de estudiantes de la Universidad de Oviedo, en el año 2010, le expresaron
claramente a Aznar que es un “asesino, fascista y terrorista”. Este intachable
fascista, que le gusta colocar los bolígrafos dentro de los escotes de las
reporteras para callarlas, también les sacó el dedo en forma ofensiva a las y los
estudiantes. De esto no dice nada falsimedia. Claro, no se trata de Chávez,
porque si no ¡hubiese ardido Troya! Los diarios El País y El Mundo,
justificaban, en cierta forma, que Aznar se haya cabreado. En definitiva, las y
los estudiantes que se manifestaron en su contra no fueron políticamente
correctos para el establishment.
La
juventud universitaria debe deslindarse de las ataduras alienantes de la
institución universitaria y sus docentes. Es hora de levantarse. La preparación
teorética solo conduce al misticismo y la formación pragmática a conductas
individualistas. Hay que conjugar la teórica adecuada, con la práctica
consecuente. No solo se trata de comprender, sino de transformar el mundo, dijo
Marx. La juventud chilena ya empezó a trazar el camino, igual lo están haciendo
en Colombia las y los estudiantes con grandes movilizaciones contra el gobierno
de Santos.
Es
urgente la tarea de des-Aznar la academia universitaria y esto solo se logrará
con la lucha social y la implicación con la causa de los pueblos.
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