13 de febrero de 2013 — La Suprema Corte de Justicia de Argentina ha ofrecido una valiosa lección sobre como lidiar con los delincuentes financieros: Arrestarlos y llevarlos a los tribunales. A diferencia del Departamento de Justicia de Barack Obama, que "castiga" a los depredadores de Wall Street y otros similares con un pellizco en el brazo, la Suprema Corte de Justicia de Argentina confirmó el 10 de febrero que David Mulford, ex subsecretario del Tesoro durante el gobierno de George H.W. Bush y actual ejecutivo del Credit-Suisse Group AG, está sujeto a una orden de arresto internacional por su rol en "defraudar al Estado argentino" con relación al "mega-canje" por $30,000 millones de dólares que el arregló en junio de 2001 con su protegido, el entonces Ministro de Hacienda Domingo Cavallo.
Mulford, quien se pasó décadas imponiendo y aplicando la austeridad genocida a las naciones en desarrollo, saqueando sus economías y entrenando a asesinos como él mismo, repetidamente ignoró los citatorios a comparecer ante los tribunales argentinos para responder a las acusaciones en su contra. Cavallo ha sido encausado por defraudar al Estado y por realizar negociaciones "incompatibles con el interés público", junto con decenas de banqueros considerados cómplices suyo y de Mulford.
Pero Mulford es un pez gordo, y correctamente, los argentinos se han mostrado implacables. Como jefe de la División Internacional del Credit Suisse-First Boston, él personalmente supervisó cada detalle del canje de $30,000 millones, que no fue más que un descarado plan para saquear una economía argentina que haría implosión seis meses después. Se canjearon bonos a una tasa de interés usurera de 15.3%, comparado con el promedio de 7% de interés en los bonos originales, lo cual significaba que en el período de 30 años que duraría el canje, Argentina hubiese tenido que pagar $52,000 millones de dólares más en intereses si no hubiese habido canje. Más aún, los siete bancos extranjeros que Mulford escogió como "intermediarios" —HSBC, Credit-Suisse First Boston, JP Morgan, Grupo Santander Central Hispano, entre otros-— recibieron comisiones obscenas por $160 millones.
En esa ocasión, Mulford dijo entre risas que los argentinos "tendrán que pagar caro por ese pequeño favor", en referencia al inexistente "alivio de la deuda" con el mega canje. Probablemente ya no se está riendo igual. La Corte Suprema rechazó las mociones de defensa de los abogados de Mulford, y ratificó el fallo de septiembre de 2012 del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, quien declaró a Mulford "en rebeldía" por no responder a los citatorios, y después emitió una orden de arresto internacional. Martínez de Giorgi anunció que ya se ha comunicado con el Departamento de Extradición de la Interpol, con la Policía Federal de Argentina y el Director de Estadística Penal para arrestar a Mulford, donde quiera que se encuentre, y extraditarlo a Argentina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario