Capitán del Ejército y
brazo derecho de ‘Jorge 40′ rompe su silencio y afirma que Álvaro Uribe
dictaba órdenes para cometer asesinatos
“Irónicamente, yo asesiné personas fue como militar, no como paramilitar”, afirma Adolfo Enrique Guevara, alias ’101′, capitán del Ejército, mano derecha de Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40′.
Adolfo
Enrique Guevara Cantillo, alias ‘101’, un capitán del Ejército que hoy
sería coronel, el hombre más fiel y cercano al jefe paramilitar Rodrigo
Tovar Pupo, alias “Jorge 40”, renunció al controvertido régimen
transicional conocido como Justicia y Paz por considerarlo “una farsa”
y, al hacerlo, en una cárcel de Barranquilla narró al periodista Gonzalo
Guillén, en una extensa entrevista, la vida criminal que llevó como
‘101’ simultánea a su actividad dentro del Ejército de Colombia y en la
confederación de escuadrones de la muerte conocida como Autodefensas
Unidas de Colombia, responsable de cerca de un cuarto de millón de
homicidios, entre otros delitos.
(MIAMI, EEUU). El capitán del Ejército Adolfo
Enrique Guevara Cantillo, alias ‘101’, fue hasta 2004 el jefe de
inteligencia del GAULA en el departamento del Magdalena (grupo élite del
Ejército Nacional contra la extorsión y el secuestro) y al mismo
tiempo, desde 1998, tuvo la doble función de lugarteniente principal del
paramilitar “Jorge 40”. Es decir, siendo militar activo era también miembro de los ejércitos paramilitares.
Guevara no era un infiltrado, sino que trabajaba abiertamente para
los dos grupos armados, el legal y el ilegal, lo cual sabían y protegían
altos mandos, como el general Mario Montoya, quien llegó a ser
Comandante del Ejército de Colombia. Coordinaba en el norte del país la
colaboración criminal que se dio entre el bando armado estatal y el
ilícito paramilitar, principalmente durante el gobierno de Álvaro Uribe
Vélez, de quien dice recibió órdenes para cometer asesinatos. Afirma que
la sugerencia de hacer parte de los paramilitares fue de un superior
suyo: “fue mi mayor, que en paz descanse, Salazar Arana, fue comandante
del GAULA del Atlántico en ese momento”, dijo ‘101’.
Revela que, por intermedio del general Mario Montoya, recibió del
entonces presidente de Colombia Alvaro Uribe Vélez órdenes de cometer
asesinatos y describe una íntima, impune y eficiente relación criminal
entre las fuerzas armadas del Estado y los ejércitos del crimen
organizado de extrema derecha.
La entrevista a Guevara Cantillo fue hecha en septiembre pasado en
la cárcel Nacional Modelo, de Barranquilla, y solamente es revelada
ahora, tras múltiples comprobaciones y consultas con fuentes militares,
judiciales, diplomáticas, civiles y criminales, hechas por los autores
de esta nota.
Las ejecuciones extrajudiciales que ahora confiesa este paramilitar
en un relato franco y espeluznante, todavía hoy hacen parte de las
estadísticas de los “triunfos” en la guerra contra las FARC que el
expresidente Uribe sigue reclamando en su campaña electoral actual, con
la que intenta llegar al Senado al frente de una organización política
de extrema derecha, de la que es ideólogo principal el primo hermano del
narcotraficante Pablo Escobar Gaviria, José Obdulio Gaviria.
El excapitán Guevara (‘101’) también acusa de complicidad en los
falsos positivos al coronel Édgar Iván Quiñones Cárdenas, actual
subcomandante de la Novena Brigada del Ejército, que fue mayor y
superior directo de alias ‘101’. Según Guevara (“101”), el coronel
Quiñones coordinaba los objetivos de ejecuciones extrajudiciales con
información de sus cómplices paramilitares, firmaba las legalizaciones
falsas de quienes hacía pasar por muertos caídos en combate, y obtenía
el armamento que el capitán Guevara (‘101’) ponía junto a sus cadáveres
después de asesinarlos.
En pocas palabras, lo que el excapitán Guevara (‘101’) revela en su
testimonio es que el general Mario Montoya y a veces el Presidente Uribe
Vélez pedían los falsos positivos, el entonces mayor Quiñones (hoy
coronel) se encargaba de la logística y su legalización, y el capitán
Guevara (‘101’) los asesinaba.
El general Mario Montoya, al que se refiere Guevara Cantillo de
manera extensa, tiene innumerables señalamientos por crímenes de guerra y
otras atrocidades que le son endilgadas a lo largo de su controvertida
carrera militar.
Guevara Cantillo comandó las fuerzas de “Jorge 40” en los
departamentos de Cesar, Magdalena y Guajira, en estrecha coordinación
con el Ejército y la Policía de Colombia. Se retiró de manera
voluntaria, sin la menor tacha en su hoja de vida, a pesar de la
multitud de crímenes de lesa humanidad que cometió con el beneplácito y
la mayor parte de las veces a petición de quienes fueron sus jefes
militares.
El jefe paramilitar de Guevara Cantillo, “Jorge 40”,
actualmente se encuentra preso en Estados Unidos, donde purga una pena
por narcotráfico y se encuentra próximo a regresar a Colombia. Al llegar
será puesto a disposición de la justicia nacional, que lo reclama.
Deberá confesar la totalidad de sus crímenes para permanecer dentro de
Justicia y Paz y conseguir que en ningún caso se le condene a más de 8
años de cárcel por la totalidad de los cientos de miles de homicidios
que ha cometido, así como otros delitos de lesa humidad.
Guevara Cantillo es sobrino del exgeneral de Ejército Antonio José Ladrón de Guevara.
En su testimonio, ‘101’ habla, entre otros temas, sobre:
- El general Mario Montoya. “Esas eran las políticas de Mario
Montoya: ´denlos de baja, denlos de baja, a mí no me traigan capturados.
Y si no había bajas (sic), miren a ver cómo hacen´. Esas eran las
palabras de él”.
- Los falsos positivos. A la pregunta de si hubo órdenes de
cometer homicidios del general Montoya cumplidas por él, ‘101’ responde:
“Sí, claro, todos los falsos positivos”.
- La complicidad del ejército y los paramilitares. “Mi comando
“(Jorge) 40” me mandaba las tropas de él de autodefensas, y yo las
pasaba como tropas de Ejército. Iba al combate con la guerrilla
dirigiendo unidades de autodefensa. (…) Todo el mundo lo sabía. En ese
momento yo era teniente y un teniente no es una rueda suelta”.
- Órdenes de asesinato dadas por Álvaro Uribe Vélez. “(Alias)
Tijera mata al alcalde de la Zona Bananera, un señor Avendaño. A partir
de ese momento, [el Presidente Álvaro] Uribe da la orden de que hay que
matar a Tijera, de que tienen que matar a Tijera. La orden se la da a
[general Mario] Montoya, Montoya se la da a [Édgar Iván] Quiñónez:
tienen que matar a Tijera. Montoya estaba desesperado con eso”.
*El testimonio completo de 1 hora y 40 minutos pertenece al periodista Gonzalo Guillén
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