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01 junio, 2014

Gaddafi / Obama

laRepublica.es
Líder de la falsa revolución en Libia admite 
que Gaddafi no asesinó manifestantes

La llamada Revolución Libia fue de falsa bandera. El pueblo libio, en su gran mayoría estaba contento y seguro.
Mustafa Abdul Jalil, líder del Consejo Nacional de Transición de Bengasi en 2011 admite:
Gaddafi no ordenó el tiroteo que comenzó la falsa revolución de Libia. Ahora, después de la destrucción de Libia, Jalil admite al mundo en el ‘Channel One’ de Libia que los manifestantes que fueron asesinados en Bengasi -lo que ‘provocó’ que la UE y la OTAN atacaran Libia-, fueron asesinados por un grupo de espías y mercenarios que no eran libios. Admite que sabía la verdad en ese momento, pero que se hizo para quitar al Gobierno libio y romper el Estado.
Admite que fue informado con antelación de que esto iba a suceder y que la gente de Libia no reconocía a los manifestantes muertos porque llevaban ropa de civiles y nadie fue a sus entierros ya que no tenían ningún amigo ni familiares en Libia.
Como venimos diciendo desde febrero de 2011, la llamada Revolución Libia fue de falsa bandera. El pueblo libio, en su gran mayoría estaba contento y “seguro”. Los grupos extremistas islámicos eran ilegales en Libia. Ahora Libia está controlada por grupos extremistas islámicos (Al Qaeda, Libyan Islamic Fighting Group (LIFG), Hermanos Musulmanes, Ansar, Al Sharia y otros).
El país está roto, no hay seguridad, miles han sido encarcelados ilegalmente y cientos han sido torturados hasta la muerte. No hay gobierno, no hay ventas de petróleo, 2 millones siguen en el exilio. Psicópatas se han hecho con el país y ahora es considerado tierra de nadie – sin fronteras y sin Gobierno-.
Así que gracias, Obama, CIA, Hilary Clinton, OTAN y UE por NO proteger a los civiles inocentes en Libia.

Obama solo escucha a los talibanes… de Afganistán o de Miami
Iroel Sánchez

Todos los medios de comunicación del mundo están hablando de que el gobierno del presidente estadounidense Barack Obama acordó con el Talibán la liberación de cinco prisioneros recluidos en la cárcel ilegal de Guantánamo a cambio de un soldado norteamericano preso por esa organización en Afganistán.
Sin embargo, el reclamado acuerdo humanitario para intercambiar un “contratista” estadounidense condenado en Cuba por delitos contra la Seguridad del Estado mientras trabajaba para el gobierno de Estados Unidos por tres de los Cinco prisioneros cubanos que vigilaban actividades de grupos terroristas en el Sur de la Florida sigue esperando por el valor de la Casa Blanca para desafiar a la ultraderecha de Miami. Los dos antiterroristas cubanos que han podido salir en libertad, lo han hecho luego de cumplir íntegramente sus condenas.
Por si fuera poco, esa misma ultraderecha acaba de enviar a Cuba cuatro terroristas, residentes en Miami, que fueron capturados en la Isla el pasado 26 de abril.
Diez premios Nobel, parlamentarios, organizaciones de derechos humanos, presidentes de varios países, el Consejo de Iglesias de EE.UU. y miles de personalidades, han pedido al gobierno de Estados Unidos la libertad de Los Cinco, condenados en un juicio que estuvo lleno de arbitrariedades. Pero EE.UU. no los escucha a ellos ni al gobierno legalmente constituido en Cuba, ni tampoco a la familia del contratista preso en La Habana que le pide un acuerdo con el gobierno cubano, sino a los talibanes, no importa que estén en Miami o en Afganistán.

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