Luis Ernesto Vásquez Medina
Publicado 26 de Mayo
del 2011
La explicación de que son el hígado y su ego herido
–tal vez uno de los egos más grandes del mundo– (1) los que han llevado a
Vargas Llosa a convertirse en un militante etnonacionalista y un vociferante
humalista, es muy simplona y encubre lo que de verdad se está jugando en las
elecciones peruanas.
El hecho es que detrás de esta “aparentemente extraña”
alianza entre los sectores ultraliberales ligados a los más altos niveles de la
oligarquía financiera internacional y el grupo fascistoide con careta de
izquierdista de Ollanta Humala, es un interés común: empujar la legalización de
la coca y hacer realidad del viejo sueño de la mafia narcotraficante y de la
oligarquía financiera internacional, la que finalmente es la que saca la parte
de león del criminal negocio del narcotráfico. En esta empresa ambos –Vargas
Llosa y Humala– tienen el mismo patrón: el megaespeculador George Soros.
La historia se remonta a inicios de 1960, cuando el
hoy marqués Vargas Llosa e Isaac Humala Núñez, padre de Ollanta, militaban en
la semiclandestina célula “Cahuide” del Partido Comunista Peruano. El dinero y
los oropeles llevaron al escritor del Penn Club a un distanciamiento formal de
su amigo Humala. Sin embargo, ni la estadía de Vargas Llosa en París ni su
militancia en el existencialismo heideggeriano lo distanciaron ideológicamente
de don Isaac, quien se comprometía cada vez más con la escuela etnohistórica
francesa, una parafernalia teórica que en el fondo no era sino la esencia de
las tesis racistas de la Francia fascista de Vichy y Laval.
En el año 2009, en España, se realizó una entrevista
personal entre Vargas Llosa y el hijo de don Isaac, Ollanta Humala, hoy
candidato a la Presidencia de la República Peruana. Allí se produjo el
reencuentro de dos posturas aparentemente contrapuestas. La entrevista fue
parte de las actividades que Ollanta Humala realizó en su visita a España,
periplo que incluyó la conferencia que dio a un auditorio compuesto por
militantes comunistas españoles y peruanos desempleados inmigrantes, en la cual
se refirió a Abimael Guzmán, el sanguinario líder de Sendero Luminoso, como el
Robin Hood peruano. Al comentar el encuentro-entrevista, Ollanta Humala
manifestó su esperanza de que “su actitud política (la de Vargas Llosa) frente
al Partido Nacionalista Peruano cambie radicalmente y en algún momento podamos
tenerlo como militante”. Por lo visto, no pasó demasiado tiempo para ver hecha
realidad esta “esperanza”.
Sin embargo, hay un personaje que por más que trate de
ocultarse, surge tras esta “reconciliación” y ese es el siniestro George Soros,
el testaferro de la banca Rothschild, que según sus propias declaraciones
“dona” 20 millones de dólares anuales para campañas a favor de la legalización
de las drogas alrededor del mundo. Soros, a pesar de ser judío, inició su
carrera como “soplón” de los nazis en Hungría, durante la Segunda Guerra
Mundial y mantiene para sus operaciones de influencia política alrededor del
mundo a una organización clave: el Open Society Institute (OSI), institución
inspirada en el pensamiento ultranominalista de Karl Popper. El OSI es en
realidad un pulpo financiero que aparece respaldando a cuanta institución, ONG,
sindicato o colectivo que en Iberoamérica promueva la legalización de las
drogas.
Mario Vargas Llosa ha sido por largos años compinche
de George Soros. El viaje y los viáticos de lord Mark Malloch Brown (2) a Lima
para dirigir la campaña presidencial de Vargas Llosa en 1990 fueron pagados por
Soros. Fue Mario Vargas Llosa, a través de su hijo Álvaro Vargas Llosa y del
periodista Gustavo Gorriti, quien arregló la entrevista entre Alejandro Toledo
y Soros en los últimos días del 2000, en el Foro Mundial sobre la Democracia
realizado en Varsovia, Polonia. Allí Toledo logró que el OSI le facilitara un
millón de dólares para “fajarse” y tumbar al gobierno de Alberto Fujimori.
Vargas Llosa trabaja con Soros por la
legalización de las drogas
La más reciente megaoperación de Soros para impulsar
la legalización de las drogas fue la fundación de la llamada “Comisión
Latinoamericana por las Drogas y la Democracia”, de 18 miembros, el 10 de abril
de 2008 en Río de Janeiro. En ella se alegó que ha fracasado el control de la
producción de drogas y como de cualquier manera su combate es muy oneroso,
entonces la sociedad debiera aceptar la idea de optar por las medidas de
“reducción del daño” y “la descriminalización”. La nueva comisión, en pocas
palabras, es un nuevo instrumento para la Guerra del Opio británica contra las
Américas. Dicha reunión, realizada también con financiamiento del OSI de Soros,
logró que una serie de ex presidentes iberoamericanos –el brasileño Fernando
Henrique Cardoso, el colombiano César Gaviria, el mexicano Ernesto Zedillo y el
también mexicano y folclórico Vicente Fox– y otros “destacados” personajes,
Mario Vargas Llosa entre ellos, apoyaran estas medidas. Mario Vargas Llosa fue
el asesor principal de esta comisión.
La Sociedad Mont Pelerin auspicia las drogas…
y a Humala
La Sociedad Mont Pelerin (SMP) fue fundada en 1947 en
Suiza por el profesor Friedrich A. von Hayek, al lado de gente como el
economista liberal Milton Friedman, el filósofo Karl Popper –autor de La
sociedad abierta y sus enemigos–, el periodista fabiano Walter Lippmann, sir
John Clapham –directivo del Banco de Inglaterra y presidente de la Real
Sociedad Británica– y otra gente no tan común, como los oligarcas Otón de
Habsburgo-Lorena –heredero del trono austrohúngaro– y Max von Thurn und Taxis,
jefe de la casa Thurn und Taxis.
En abril de 2011 tuvo lugar en Buenos Aires una
reunión de la SMP denominada “Combate al Populismo en América Latina”, título
que luego resultaría por lo demás irónico. Allí, Mario Vargas Llosa lanzó uno
de sus novelescos discursos, en el que anunció que iba a apoyar a Ollanta
Humala en la segunda vuelta de las elecciones peruanas. De allí en adelante, se
ha convertido en el principal militante de la campaña de Humala; su rostro y su
voz aflautada inundan hoy las radioemisoras y estaciones de televisión peruanas
con “spots” a favor del candidato de la legalización de la coca.
Soros, que maneja tanto a Vargas Llosa como a Humala,
piensa que con Humala en la silla presidencial del Perú se cerraría de círculo
de presidentes andinos –Correa de Ecuador, Evo Morales de Bolivia y Chávez de
Venezuela– favorables a la legalización y se alcanzaría por fin la fuerza
necesaria para cambiar los acuerdos de la Convención de Viena de las Naciones
Unidas, que declara a la coca un estupefaciente más.
Los vínculos entre Soros y Ollanta Humala se han ido
estrechando. Un ejemplo de esto es que con financiamiento del Open Society
Institute, Ollanta Humala fue invitado al conversatorio “A Discussion with
Ollanta Humala”, llevado a cabo el 15 de septiembre de 2010, auspiciado por la Universidad
George Washington mediante el Latin American & Hemispheric Studies Program.
En la organización del evento también participó el WOLA, de la conocida
proterrotista y prolegalizadora Colleta Youngers.
Allí Humala develó cuál sería el centro de su programa
de gobierno: la legalización de las drogas. “La hoja de coca –dijo– es hoy el
objeto de confusión total con la cocaína; la coca representa una cultura
ancestral. Así, en este sentido, somos partidarios de la despenalización y
creemos que es nuestro deber defender a los cultivadores de coca del Perú”.
El verdadero programa de Ollanta Humala
Este compromiso ante sus actuales patrones es en
realidad el verdadero objetivo de su gobierno. Un compromiso que no es nada
nuevo y que incluso, recientemente, fue propagado a los cuatro vientos. Antes
de la primera vuelta, Daniel Abugattás, el vocero principal de Ollanta Humala,
afirmó que Gana Perú –la agrupación política liderada por el etnonacionalista–
no dará la espalda a los cocaleros en la lista que presenta para el Congreso de
la República. En declaraciones a la radio limeña RPP, Abugattás añadió que su
partido lleva “al presidente de todas las organizaciones cocaleras como
candidato”. Aseguró: “No abandonaremos al movimiento cocalero”. En las elecciones
de 2006 la agrupación política de Humala ya había llevado al Congreso peruano a
varios líderes cocaleros, Nancy Obregón entre ellos, y al Parlamento Andino a
la también líder cocalera Elsa Malpartida, quienes usando su inmunidad
parlamentaria se han enfrentado en los últimos años cuerpo a cuerpo con la
Policía para detener acciones de erradicación del cultivo ilegal de coca.
Todavía nadie sabe con seguridad cuántas autoridades
públicas –alcaldes y presidentes regionales, entre otras– ligadas al movimiento
cocalero o –para decirlo sin tapujos– al narcotráfico –que utiliza el 97% de la
coca producida en el Perú– han sido elegidas gracias al partido de los
humalistas y a otras organizaciones en las elecciones de octubre de 2010. Pero,
algunos analistas afirman que en las elecciones parlamentarias de abril de 2011
se ha elegido una “bancada” cocalera con más de una decena de miembros. Añaden
que en el próximo gobierno la presencia de autoridades políticas ligadas al
narcotráfico puede convertir al Perú en una Colombia de fines de los 1990.
El Pablo Escobar peruano
Un caso esclarece totalmente el papel que están
jugando Soros, Vargas Llosa y Humala para trasformar al Perú en un narcoestado.
Es el de Walter Acha, recientemente elegido congresista de las filas del partido
político de Ollanta Humala, a quien la prensa ha comenzado a llamar el “Pablo
Escobar peruano”.
Acha, dirigente cocalero de la región del VRAE (cuenca
de los ríos Apurímac y Ene, en la región de Ayacucho), hoy la cuenca cocalera
más importante del continente sudamericano, ha amasado una gran fortuna que le
ha servido –vía donaciones y prebendas– para llegar al nuevo Congreso peruano.
Pero los tentáculos de Soros tampoco pueden ser ajenos a esta operación. En
medio de su campaña, en enero de 2009, Walter Acha fue invitado a un coloquio
que se realizó en Barcelona, España, denominado “Primer Foro Mundial de
Productores de Cultivos declarados Ilícitos” y organizado por el Centro de
Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (CERAI), una ONG española
auspiciada por el WOLA de Colleta Youngers, empleada de Soros y financiada por
el Open Society Institute del mismo Soros.
En esa reunión Acha dio una entrevista al CERAI, en la
cual declaró sin empacho sus intenciones: “Ahorita lo que nosotros estamos intentando
es crear un brazo político a nivel nacional, no solamente integrado por
cocaleros sino por todos los gremios. En el año 2011 vamos a intentar tener
entre veinte y treinta congresistas en el Parlamento peruano. En resumidas
cuentas, estamos siguiendo el camino de Bolivia, porque si no llegamos al
poder, siempre vamos a ser marginados y satanizados”.
Una vez electo congresista por Gana Perú, Walter Acha
Romaní reconoció, muy suelto de huesos, en CPN Radio de Lima, que parte de su
producción de hoja de coca cae en manos de los cárteles dedicados al tráfico
ilícito de drogas, pese a lo cual se pronunció en contra del programa del
Estado para erradicar ese cultivo, pues aseguró que va en contra de los
intereses de los gremios cocaleros. El dirigente cocalero ayacuchano reveló,
además, que conoció al líder de Gana Perú a raíz del “trabajo sindical” que
realiza y que fue el mismo Humala quien le pidió formar parte de su lista de
candidatos al Congreso. “El comandante Humala sabe cómo es nuestro trabajo”, reveló
en la entrevista radial. El diario Perú.21 ha aseverado que Walter Acha es
conocido por las autoridades de Ayacucho como uno de los dirigentes que
promueven los actos de violencia y protesta contra los policías y erradicadores
de la zona. Su expediente policial, aseguran, incluye también sospechosos
contactos con grupos implicados con el narcotráfico.
Listos para la rebelión si pierde Humala
Es casi un hecho que, si pierden las elecciones, los
humalistas se lanzarán a la desestabilización. Con más de 10 días de
anticipación a las elecciones del 5 de junio, han empezado a protestar por un
supuesto fraude electoral. La maquinaria que realmente tratará de imponer los
intereses del narcotráfico en el Perú está en plena organización y para ello
cuenta con el financiamiento de George Soros. Elsa Marpartida, la actual
parlamentaria andina humalista que también estuvo invitada por George Soros al
“Primer Foro Mundial de Productores de Cultivos declarados Ilícitos” de
Barcelona, ha sido escogida por Ollanta Humala para organizar el gran partido
político cocalero que apoye en las calles y carreteras las políticas pro
legalización de la hoja de coca en el Perú. El pasado 26 de abril Malpartida
fue acreditada por el jefe del Comando Nacional de Campaña de Gana Perú (la
plancha electoral de Ollanta Humala), Salomón Lerner Ghittis, como Coordinadora
Provisional del Comando de Organizaciones Sociales en Regiones. En esa
credencial, Lerner pide a la militancia nacionalista y a los aliados políticos
prestarle todo el apoyo. Tal como lo documentó el diario limeño Perú.21,
Malpartida tiene la tarea de llevar a cabo el Congreso Nacional de las Cuencas
Cocaleras del Perú, que se desarrollará en Lima del 26 al 28 de agosto próximo,
cuyo objetivo será la “Fundación del movimiento político cocalero”.
(1)En el Perú andan diciendo que “la Academia
Sueca del Nobel debe premiarse a sí misma con el Nobel de Física, pues al haber
premiado a Mario Vargas Llosa han realizado el experimento físico imposible:
empaquetar al pedo más gran de la historia”.
(2) Quien después llegó a ser el ministro del
Reino Unido para África, Asia y las Naciones Unidas. Compadre de Soros… si se
requiere de más detalles.
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