Daniel Hopsicker
El tío de los dos hombres que activaron las bombas en la Maratón de Boston, quien marcó la única nota de gracia en una semana de otra manera horrible, trabaja como “consultor” de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) una agencia gubernamental estadounidense que es usada muchas veces por los agentes de la CIA como tapadera, en la antigua República Soviética de Kazajistán durante los días del “Salvaje Oeste” a inicio de los años noventa, cuando todo lo que no estaba clavado en ese país estaba en juego.
El “Tío Ruslan” Tsarni de Montgomery Village Md., cuyo nombre fue el tema encima de tendencia en todo el mundo en Twitter el pasado viernes por sus declaraciones condenando a sus dos sobrinos, ha tenido una carrera de negocios a cuadros, que inició mucho antes de que se graduara (como Ruslan Z Tsarnaev) de la Escuela de Leyes de Duke en 1998.
Tsarni, un ejecutivo del petróleo bien enrolado, está envuelto en una investigación criminal internacional sobre el billonario Kazakh un banquero convertido en fugitivo que se lo acusa de haberse fugado con $6 billones de dólares del Banco BTA de Kazajistán.
La historia inicia con The London Sunday Times on May 8, 2011, que reportó la venta de la casa personal del Príncipe de Inglaterra Andrés al billonario Kazakh Oligarch Timur Kulibayev, quien “controla la industria del petróleo de ese país y que acababa de contraer matrimonio con la hija del autocrático Presidente de ese país, Nursultan Nazarbayev”
¿Qué tiene que ver todo esto con el “Tío Ruslan”? Veamos.
“No se puede decir a sus Oligarcas (Oligarchs) sin un tanteador”
Encabezado “La casa del Príncipe en una investigación de `lavado de dinero,´ la historia levantó varias banderas rojas.
La una fue que el hijo político del Presidente vitalicio pagó $5 millones por encima del precio pedido para comprar la casa del Príncipe Andrés, que levantó cejas.
Las banderas rojas y las cejas fueron levantadas aún más, en estos tiempos de casi depresión global, a la concupiscencia oligárquica del consumo (léase: mal gusto) exhibida cuando la hija vitalicia del Presidente vitalicio kazajo, Goga Ashkenazi celebró su cumpleaños número 30 con una fiesta lujosa antes de que salte el escándalo.
Goga, que apareció con un vestido de encaje sin espalda negro Swarovski incrustado de cristales, atendida por el Principe vitalico Andrés, fue entretenida por tragafuegos, zanqueros con plumas de pavo real y una chica en un trapecio (fire-eaters, peacock-feathered stilt-walkers, and a girl swinging on a trapeze) virtiendo vodka en esculturas de hielo moldeadas como torsos desnudos de hombres y mujeres.
Hubo también una mujer suspendida en una jaula de pájaro (verdad) que estaba ahí para dirigir a los invitados a los vomitoriums (no es verdad) esparcidos por los jardines de la mansión.
Entra el “Tío Ruslan”
Pero la más grande bandera roja, la pertinente a los asesinatos de Boston, era el uso de dinero lavado por parte de Oligarch Kukibayev a través de redes de compañías offshore para intentar esconder la compra de la cuna del Príncipe Andrés, que emergió durante una batalla legal entre otro billonario oligarca kazajo, Mukhtar Ablyazov y el Banco BTA, del cual Kazajistán reclama que Ablyazov malversó unos pocos $ 6 billones de dólares.
Y aquí es donde el “Tío Ruslan” Tsarni entra.
La compra de la propiedad del Príncipe se realizó, de acuerdo a los fiscales en Italia y Suiza, por un grupo de executivos del petróleo quienes abarcan “una red de relaciones personales y de negocio” presuntamente utilizadas para “la corrupción internacional” reportó el The London Telegraph.
Tsarni, llamó a un “abogado norteamericano que había tenido transacciones en asuntos de negocio kazajos” para el Sunday Times, claramente pareció que era miembro de esa red.
El Sunday Times reportó, “Una declaración de Ruslan Zaindi Tsarni fue dada en el tribunal Superior en diciembre, diciendo que Kulibayev compró Sunninghill y propiedades en Mayfair con $96 millones derivados de una compleja serie de transacciones destinadas a esconder el lavado de dinero”
“Tsarni dijo que el dinero provino de la toma de control de una sociedad occidental, que había sido utilizada como una pantalla para obtener contratos petroleros del estado kazajo.
Un Cielo Grande Grande el Límite
La “compañia occidental” usada para lavar el dinero que el Sunday Times se refiere es la Corporacion Energetica Cielo Grande (Big Sky Energy Corporation), donde Ruslan Tsarni era un alto ejecutivo.
Big Sky, que era conocida como China Energy Ventures Corp, es ahora una compañía norteamericana en bancarota manejada por S.A. (Al) Sehsuvaroglu, un ejecutivo por años de Halliburton, que tenía concesiones petroleras en la Cuenca del Capio de Kazajistán.
Tsarni era secretario de la Corporación Cielo Grande y vicepresidente para Desarrollo de Negocios. El entró en Cielo Grande en 2005.
Un comunicado de prensa anunciando su nombramiento (A press release announcing his appointment) decía:
“El Sr. Ruslan Tsarni, un ciudadano norteamericano, tiene una experiencia profesional de más de 10 años en legislación de petróleo y gas y ley corporativa. Anteriormente, el Sr. Tsarni sirvió en el Corporate Counsel de Nelson Resources Limited Group así como Gerente en varias de sus operadoras subsidiarias.”
“Desde 1999 hasta 2011, el Sr- Tsarni trabajó como Jefe de Asuntos Legales de Golden Eagle Partners LLC.”
Cielo Grande estuvo en la lista de vigilancia de alguien.
“Desde 1994 hasta 1996, el Sr. Tsarni sirvió como consultor contratado por la USAID para proyectos dirigidos para desarrollar mercados seguros en Asia Central, donde entrenó a directores de gobierno corporativo y finanzas corporativas en el estado y en compañías privadas”
De acuerdo a una fuente que trabajó por varios años como un periodista en Platts Oilgram News, una respetada publicación de la industria petrolera, el buen gobierno corporativo no era una prioridad de Big Sky.
“Nelson, Big Sky, Ablyazov, Kulibayev y el resto estaban todos en mi lista de vigilancia para las conexiones de inteligencia y sobornos de varios tipos de Platts” dijo la fuente, que pidió el anonimato.
Las noticias corroboraron otros reporteros empezando a emerger sobre la familia y sus abundantes conexiones.
¿Una familia “conectada”?
Antes de que la familia Tsarnaev se fuera los Estados Unidos una década atrás, ellos vivían en el pueblo kirguís del norte llamado Tokmok, cerca de la frontera con Kazajistán, que es el hogar de la comunidad Chechenia más grande del país.
El día después de la gran cacería humana en el área de Boston que llevó a la muerte de Tamerlan y la captura de Dzhokhar Tsarnaev, el corresponsal de Radio Libre de Europa y el Servicio Kazajo (Radio Free Europe and Kyrgyz Service) Timur Toktonaliev viajó a Tokmok.
Desde ahí, reportó que la extensa familia Tsarnaev es muy conocida allá, y más allá de su comunidad local.
“No es sabido que ha habido algo más que una conexión personal” la historia repostaba, “pero el jefe del crimen organizado Aziz Batukaev, que también es de la etnia Chechenia, vive junto a los Tsarnaevs. Batukaev nació y creció en Tokmok, pero ahora está en Chechenia.
Los ejecutivos de Halliburton, activos sospechosos de la CIA, jefes del crimen Chechenos, oligarcas robando millones de bancos y lavando dinero con bastante impiunidad, tragafuegos, zanqueros con plumas de pavo real, y una chica en un trapecio vertiendo vodka en esculturas de hielo moldeadas como torsos desnudos de hombres y mujeres…
Si no hubiera habido dos de ellos, la investigación estaría apuntando a un solo inadaptado, un bombardero solitario loco.
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