Desmontamos las falsedades con las que Cifuentes justifica la ley LGTB.
Doctrinamiento sexual y dictadura de género en las aulas
javifiesta.blogspot,com
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Panel con el que el Gobierno de Cristina Cifuentes intenta justificar la ley de adoctrinamiento sexual según la ideología LGTB.
Poco claro debe tenerlo la presidenta cuando recurre a Twitter para
tratar de maquillar una ley abusiva que atropella derechos fundamentales
como la libertad de expresión o la libertad educativa. Pero sustituye
los argumentos por sofismas burdos e inverosímiles.
Las 5 consecuencias educativas de las leyes de adoctrinamiento sexual. Así es la dictadura de género que se impone en las aulas.
Las 5 consecuencias educativas de las leyes de adoctrinamiento sexual. Así es la dictadura de género que se impone en las aulas.
Es francamente inusual que un gobernante tenga que salir a justificar
una ley, tratando de convencer a la sociedad de que no es
inconstitucional. Si lo hace es porque, efectivamente, la norma tiene contraindicaciones por inconstitucional, o porque ha sido recibida por la sociedad como injusta o abusiva.
Es el caso de la Ley de Diversidad Sexual de Madrid, un texto
totalitario que trata de imponer la Ideología de Género, cediendo ante
el lobby gay, con la excusa de evitar discriminaciones.
A los quince días escasos de ser aprobada, la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes se ha visto obligada a justificarla en su cuenta de Twitter.
Cifuentes señala que se han publicado una serie de mentiras sobre la
ley y que ésta no atropella libertades y derechos fundamentales, como el
derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos. Pero basta
repasar lo que ella dice en Twitter y los artículos del controvertido
texto legal para concluir que el problema no está en las reacciones y
críticas que ha recibido la normasino en la norma misma.
Estas son las falsedades de Cifuentes:
1. La Ley sí impone un modelo educativo: la ideología de género
La presidenta popular dice en Twitter que es mentira que la ley imponga a los niños un modelo educativo. Y que lo que la ley hace es promover la igualdad, la tolerancia y la no discriminación en las aulas.
Falso: No lo decimos nosotros sino la propia ley: Artículo 32 (Inclusión de la realidad LGTBI en los planes de estudio):
“La Consejería competente en materia de educación incorporará
la realidad lésbica, gay, bisexual, transexual, transgénero e
intersexual en los contenidos transversales de formación de todo el
alumnado de Madrid en aquellas materias en que sea procedente”.
alumnado de Madrid en aquellas materias en que sea procedente”.
2. Los colegios sí serán centros de adoctrinamiento
Dice Cifuentes en Twitter que los colegios no van ser centros de adoctrinamiento.
Falso. No lo decimos nosotros sino la propia ley:
Art 31, punto 9.- “Dentro de los contenidos educativos de libre
asignación de la Comunidad de Madrid se garantizará que todos los alumnos madrileños reciban la formación
que promueva los valores constitucionales de convivencia, respeto e
igualdad hacia el colectivo LGTBI, una aproximación hacia los distintos
modelos de familia y se explique la realidad de las diferentes orientaciones sexuales e identidades de género”.
Distintos modelos de familia, diferentes orientaciones sexuales, identidades de género… es decir adoctrinamiento.
3. La ley sí que será dictada por los colectivos LGTBI
También dice Cifuentes que la doctrina LGTB no será impartida por el
colectivo gay, sino que serán los mismos maestros y profesores de
colegios e institutos los que seguirán educando a los niños.
Esa es una verdad solo a medias. Serán en efecto los
mismos profesores los que impartan esos contenidos pero al dictado de
los colectivos LGTB -lo que por cierto vulnera, de una tacada, la
libertad de cátedra y la libertad de expresión al imponer un
adoctrinamiento ideológico-.
No lo decimos nosotros sino la propia ley: Artículo 29, punto 2: “Las
medidas previstas en este plan se aplicarán en todos los niveles y
etapas formativas y serán de obligado cumplimiento para todos los
centros educativos. En el plan habrá puntos referentes a la
prevención del acoso LGTBI y se hará hincapié en el carácter rural de
algunas zonas de la Comunidad. Dicho plan tendrá que ser
elaborado de forma participativa, contando con las organizaciones LGTBI y
el Consejo LGTBI de la Comunidad de Madrid”
Y en el mencionado artículo 32 (Inclusión de la realidad LGTBI en los planes de estudio) añade:
“(La Consejería) Revisará los contenidos de información, divulgación y
formación que ya existan en los distintos niveles de enseñanza y en
otros ámbitos formativos, para lo que dará audiencia a las asociaciones, organizaciones y colectivos LGTBI“.
4. Sí que habrá multas de 45.000 euros
Dice Cifuentes en Twitter que es falso que se multará con 45.000
euros a quien intente enseñar que la heterosexualidad es lo natural;
pero que se sancionará las terapias que pretendan modificar la
orientación sexual o identidad de género.
La presidenta mezcla cosas.
Las multas existen, no son un invento, y se aplicarán contra los que realicen terapias de conversión
Primero, nadie ha dicho que las multas sean por enseñar que la heterosexualidad es lo natural, pero esas multas existen, no es un invento. Es a lo que la presidenta se refiere en su tuit con el ambiguo e indeterminado “Se sancionará la promoción de terapias… etc”.
Lo de las multas no lo decimos nosotros, sino la propia ley: Artículo 70, apartado 4 (infracciones graves): “c) La promoción y realización de terapias de aversión o conversión con la finalidad de modificar la orientación sexual o identidad de género de una persona. Para la comisión de esta infracción será irrelevante el consentimiento prestado por la persona sometida a tales terapias”.
Y en el art 72, el apartado de sanciones dice: “3.- Las infracciones muy graves serán sancionadas con multa de 20.001 hasta 45.000 euros”.
Y luego están los otros abusos que Cifuentes calla
Además de todas estos sofismas con los que Cifuentes trata de
justificar lo injustificable, la presidenta tiene buen cuidado de
callarse otros aspectos que son claramente inconstitucionales.
Resulta ilustrativo que no se atreva a mentar en su Twitter los
ataques a la presunción de inocencia o la liberta de expresión que
entraña la norma aprobada por la Asamblea de Madrid
1. Se carga la presunción de inocencia
No habla Cifuentes de otro ataque a la Constitución de la Ley de
Diversidad Sexual al llevarse por delante un principio básico del Estado
derecho: la presunción de inocencia, que recoge la Constitución
(art. 24.2) “(Todas las personas tienen derecho)… a no declarar contra
sí mismos, a no confesarse culpables y la presunción de inocencia”.
La ley madrileña invierte ‘la carga de la prueba’, es decir, el
acusado de discriminar a otros por orientación sexual, identidad o
expresión de género tendrá que presentar las pruebas que demuestren su
inocencia.
No lo decimos nosotros sino la ley: Art 66
“1.- En los procesos autonómicos, cuando el interesado aporte hechos o
indicios razonables, fundamentados y probados por cualquier medio de
prueba admitido en derecho, de haber sufrido discriminación por razón de
orientación sexual, identidad o expresión de género, corresponde
a aquel a quien se atribuye la conducta discriminatoria, la aportación
de justificación probada objetiva y razonable de las medidas adoptadas”
2. Vulnera la libertad de expresión
Tampoco habla Cifuentes del atentado contra la libertad de expresión
que supone imponer contenidos LGTBI a los medios de comunicación (art.
20 de la Constitución)
Es inconcebible en una democracia que Gobierno (estatal, autonómico)
imponga una determinada ideología, como si se tratase de una verdad
absoluta, en este caso la Ideología de Género.
Pero eso es lo que pretende la Ley de Diversidad Sexual de Cifuentes
cuando dice que fomentará “la diversidad” en todos los en todos los
medios de comunicación de titularidad autonómica, y aquellos que
perciban ayudas, subvenciones o fondos públicos de la Comunidad de
Madrid.
No lo decimos nosotros, sino la propia ley: Artículo 12, dice:
“La Comunidad de Madrid fomentará en todos los medios de comunicación de titularidad autonómica, y aquellos que perciban ayudas, subvenciones o fondos públicos de la Comunidad de Madrid,
la concienciación, divulgación y transmisión de la inclusión social y
el respeto a la diversidad sexual, identidad y expresión de género,
emitiendo contenidos que contribuyan a una percepción de las personas
LGTBI exenta de estereotipos y al conocimiento y difusión de necesidades
y realidades de dicha población, fomentando la diversidad y eliminando
el uso de lenguaje sexista u ofensivo hacia las personas LGTBI”
Y no sólo eso, sino que trata de imponer a los medios nuevas formas de censura, con unos códigos deontológicos. ¿Quién
es un Gobierno -estatal o autonómico- para imponer códigos a unos
medios de comunicación, como si estuviéramos en una dictadura
totalitaria?
No lo decimos nosotros sino la propia ley: en otro párrafo del artículo 12 añade:
“Estos medios dispondrán de códigos deontológicos
que incorporen el respeto a la igualdad y la prohibición de
discriminación por motivo de orientación sexual o de identidad y
expresión de género y el derecho a la privacidad, tanto en contenidos de
informativos y de publicidad, como en el lenguaje empleado. Esta
disposición afectará a todos los medios, incluidos aquellos propiciados
por las nuevas tecnologías”
3. La ley discrimina a la inmensa mayoría de la sociedad
Tampoco se atreve Cifuentes a mencionar el carácter abusivo de toda
la ley, la premisa inconstitucional que vicia toda la norma de principio
a fin: su carácter discriminatorio.
La ley vulnera la Constitución al privilegiar a un colectivo (el
LGTBI) y discriminar al conjunto de la ciudadanía. El proyecto pretende
luchar contra la discriminación, pero al hablar de discriminación
positiva para los LGTBI, los está convirtiendo… en privilegiados. Una
discriminación positiva no deja de ser discriminación, y por ello, acaba
vulnerando la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley.
No hacía falta una ley específica de discriminación por Diversidad Sexual cuando la Carta Magna ya establece que nadie puede ser discriminado
De hecho, como hemos señalado en Actuall no hace falta una ley específica de discriminación por Diversidad Sexual y de Género
cuando ya la propia Carta Magna que nadie puede ser discriminado “ por
razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier
otra condición o circunstancia personal o social” (artículo 14).
Lo que dicen organizaciones profesionales y familiares
El presidente de HazteOir.org, Ignacio Arsuaga, sostiene que estamos ante la norma “más totalitaria que se ha aprobado en la Comunidad de Madrid”, frente a la que los padres se van a a tener que plantear sacar a los niños de los colegios o salir de la Comunidad de Madrid.
El Foro de la Familia considera que la norma“se entromete en la función educativa de los padres”.
A su juicio, “este tipo de leyes son leyes innecesarias, pues la
discriminación y la incitación al odio ya están condenadas en el código
penal”.
“Las medidas en el ámbito educativo de esta ley son una intromisión directa en la manera de educar que sólo pertenece a los padres, a quienes no se les ha consultado sobre este tema”.
El exdiputado del PP, Jose Eugenio Azpiroz: “Va en contra la opinión y los legítimos derechos de otros como puede ser la libertad educativa de sus hijos”. Azpiroz no entiende “una
sociedad que dice ser democrática pero que quita el principio de
libertad y que se carga el principio de presunción de inocencia”
Para María Calvo esta ley no es buena: “Los niños no se plantean esas cosas. Se saltan la parte psicológica y esto les afecta. Están violando sus derechos, les puede traumatizar“. “Es una ley muy anticuada y retrógrada. En EEUU ya han dado la vuelta a esto”.
Para Mariano Bailly-Bailliere, “pretende es enjuiciar y
educar obligatoriamente los sentimientos de los los menores de edad sin
mediar ningún consentimiento paterno“.
Pedro José Caballero, presidente de Concapa: “La
ley de Cifuentes roza la inconstitucionalidad” señala Caballero porque
“Se da unos derechos y beneficios a los LGBTI pero se excluye a las
demás organizaciones que no tienen nada que ver con ellos”. “No se ha
contado con nosotros para nada, en especial con Concapa”. Esta ley no
garantiza la igualdad tal y como está. (…) Se ha querido hacer una ley
de igualdad y se ha radicalizado bajo esas siglas (LGTBI”.
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